DREAMers pasan la noche frente a consulado mexicano para tramitar la acción diferida

'Dreamers' esperan su turno en consulado de Texas

Viridiana Corona tenía 7 años de edad cuando la trajeron a Estados Unidos desde Salamanca, en el estado mexicano de Guanajuato. Para ella, ese es el país de sus padres, y de su estado natal sabe muy poco; ni siquiera ha oído hablar de su afamado paisano, el compositor José Alfredo Jiménez.

A sus 19 años, la joven ha crecido en la cultura norteamericana, de la que sabe mucho.Se graduó de la preparatoria Adamson del barrio latino de Oak Cliff, en Dallas, Texas, y sueña con cursar estudios universitarios para convertirse en enfermera, comentó a HuffPost Voces.

Junto con otros “DREAMers” mexicanos, Corona se preparó para acampar toda la noche frente al consulado de México en Dallas a fin de asegurar un turno para tramitar su matrícula consular y pasaporte, documentación necesaria para solicitar el beneficio de la acción diferida a partir del miércoles 15 de agosto.

Se calcula que en Texas residen unos 152,000 jóvenes que se verán beneficiados con la acción diferida; representan 16.2 por ciento del total en el país. Esta medida elimina el riesgo de deportación y les otorgará un permiso temporal para trabajar y estudiar legalmente en Estados Unidos.

En la víspera del inicio de ese proceso, también Estefanía y Alexis Ramírez se instalaron en las afueras del consulado mexicano para pernoctar ahí. Ambos, originarios de Ciudad de México, emigraron con sus padres a los 7 y 5 años de edad, respectivamente. Crecieron en Dallas y ahora la joven se registró para iniciar sus estudios de enfermería en el colegio comunitario El Centro en Dallas y después planea convertirse en pediatra.

“Esta es una nueva oportunidad que nos abre puertas que antes estaban cerradas y nos hará tener derechos a pesar de no haber nacido en este país”, dijo la egresada de la preparatoria Roosevelt también, de Oak Cliff.

Junto a ellas, Jennifer Cruz, originaria también de la capital mexicana, buscará sus documentos para hacerse del beneficio de la acción diferida. Ella es estudiante universitaria de justicia criminal y piensa graduarse el año próximo.

“Mientras uno es estudiante de preparatoria no se siente tanto ser indocumentada como cuando uno inicia su educación superior, ya que va necesitando un número de seguro social y licencia de manejo; hay muchos peros y trabas, por eso después del anuncio de la acción diferida sentimos una luz verde para poder avanzar”, reveló Cruz, quien fue traída de meses de nacida a Estados Unidos.

Alexis Ramírez, de 16 años y aún estudiante de preparatoria, señaló que al escuchar sobre la acción diferida para los menores indocumentados, “tuve una reacción de mucha felicidad porque sentí la oportunidad de que podría cumplir mi sueño de convertirme en médico”.

“Muchos de nuestros amigos hispanos que son indocumentados no quieren seguir estudiando en la universidad y otros ni terminan la preparatoria porque creen que no tiene sentido si no van a poder trabajar en este país”, indicó Viridiana.

También ahí, dispuesto a pasar la noche a la intemperie, Jonathan Méndez llegó desde Fort Worth, Texas, para tramitar su pasaporte mexicano. “Yo fui traído a este país cuando tenía un año de edad; no conozco otro lugar, siempre he vivido aquí y sólo quiero cumplir mi sueño de estudiar ingeniería en la universidad”, agregó.

Originario de Monterrey, Nuevo León, Jonathan señaló que su primera reacción hacia el anuncio de la acción diferida fue muy positiva, aunque “creo que sigue siendo un alivio temporal al problema y no uno permanente como lo necesitamos, sobre todo en relación al permiso para trabajar”.

Su padre, Anselmo Méndez, reveló que “hemos sufrido mucho como padres porque nunca hemos podido arreglar nuestros papeles y cada vez se hace más difícil. A pesar de que llevamos 18 años en este país, todavía tengo la esperanza de que podamos resolver nuestra situación”.

Para la representación consular mexicana local, el proceso de acción diferida para los “dreamers” ha significado un aumento de 120 pasaportes adicionales diarios de los que se expiden regularmente, indicó el cónsul de México en Dallas, Juan Carlos Cué Vega.

Además, informó que para salir adelante con el volumen de documentos requeridos, han organizado jornadas sabatinas cada semana, la contratación de personal temporal, nuevas formas de atención personal para citas y filas de solicitantes, así como un sistema de llamadas telefónicas para que no sea necesario acampar toda la noche en las instalaciones.

Greysa Martínez, coordinadora de la Alianza Texas Dream, aclaró que los jóvenes en Texas están entusiasmados con el nuevo beneficio de acción diferida que iniciará el miércoles, y que su organización realiza un arduo trabajo de información para evitar complicaciones.

“Desde el anuncio en junio hemos estado brindando información en foros y pláticas, despejando dudas, orientando sobre los documentos que requieren para iniciar el trámite y advirtiendo que se protejan de notarios o abogados que pueden engañarlos; la respuesta ha sido muy positiva”, señaló Martínez.

A nombre de las organizaciones de jóvenes que luchan por la aprobación del Dream Act en Texas, subrayó que seguirán luchando por obtener una solución definitiva al problema migratorio, tanto para los “dreamers” como para sus familias, con una reforma migratoria integral.

“La acción diferida no es la solución, porque sólo representa un alivio temporal de dos años a nuestra condición migratoria; todavía hay mucho qué hacer y seguiremos luchando por una medida de alivio definitivo y seguro”, añadió.

Por su parte, miembros de la organización United We Dream en el norte de Texas anunciaron que el miércoles lanzarán una campaña local para ofrecer herramientas, como solicitudes que les ofrezcan asistencia inmediata en información.

La campaña que instrumentará el grupo North Texas Dream Team se llamará I am a Dream Voter, en la que los jóvenes “dreamers” pedirán cuentas a la comunidad y exigirán responsabilidad a los candidatos presidenciales en las elecciones de noviembre próximo.

El presidente Barack Obama anunció la concesión de una acción diferida para los “dreamers”, como son llamados los jóvenes que fueron traídos a este país cuando eran niños y que crecieron en Estados Unidos. El gobierno federal ofreció con ello una forma de tramitar la protección contra la deportación y de otorgarles permisos de trabajo legalmente.

Cerca de un millón de jóvenes inmigrantes entre 15 y 30 años de edad serán los beneficiados con la acción diferida, cuyos trámites comienzan el miércoles. El estado de California es el de mayor número de “dreamers”, con casi el 32 por ciento del total, o 300,000 jóvenes, seguido por Texas, Florida (6.4 por ciento) y Nueva York (5.9 por ciento), según cifras del Centro de Política Migratoria (IPC).

Before You Go

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