La percepción generalizada es que los latinos votan en bloque, y que son demócratas. Sin embargo, es el partido republicano el que tiene en sus filas el mayor número de funcionarios hispanos de alto rango, indica una nota publicada el miércoles en el diario Los Angeles Times.
Para comenzar, actualmente hay dos gobernadores latinos en el país, Susana Martínez en Nuevo México y Brian Sandoval en Nevada. En jerarquía les siguen el senador de Florida Marco Rubio, a quien muchos mencionan como el posible compañero de fórmula del virtual candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney. Y luego Ted Cruz, quien el martes ganó la postulación por parte del partido republicano para contender por un puesto en el senado estadounidense en las próximas elecciones de noviembre.
Latinos republicanos sobresalientes
En contraste, menciona la nota del Times, no hay ningún funcionario demócrata a ese nivel. No hay gobernadores latinos demócratas y solo hay un senador, Robert Menéndez, que representa a Nueva Jersey. El congresista Xavier Becerra, demócrata que representa Los Ángeles, es miembro del Caucus demócrata en la Cámara de Representantes. Pero ni siquiera en California, bastión del partido demócrata y donde hay una importante presencia latina, hay un hispano demócrata prominente a nivel federal.
"Los demócratas en California y Texas y Arizona no han sido capaces de lanzar a un candidato estatal que haya sido exitoso", dijo Sylvia Manzano, analista de Latino Decisions al rotativo angelino."Creo que eso realmente es inesperado y ciertamente no por falta de talento".
Esta situación es todavía más sorprendente porque con la excepción del estado de Florida, una gran mayoría de los hispanos votan por demócratas, aunque encuestas recientes han demostrado que casi 50 por ciento de los votantes latinos se han identificado como independientes.
Para Manzano, los demócratas no han sido agresivos en cuanto a buscar liderazgo político hispano.
En cambio, se ha visto que en la última década, los republicanos se han esforzado por cautivar con sus candidatos hispanos hasta a los votantes que no son latinos, como es el caso de Rubio, quien tiene una sólida base de seguidores blancos.