¡Hacia la universidad lejos del hogar!: Consejos para una mudanza sin complicaciones

¡Hacia la universidad lejos del hogar!

Para la próxima sesión académica de otoño, se espera una cantidad récord de 2.9 millones de estudiantes de primer año de universidad en los Estados Unidos. Tu hijo(a) está entre ellos, muy emocionado(a) porque se siente adulto(a) y va a vivir solo(a). No digo “independiente” porque muy posiblemente cuenta con tu bolsillo. Después de celebrar el triunfo de la admisión, empieza la planificación de mudarse al lugar que será su casa la mayor parte del tiempo durante los próximos cuatro años, por lo menos. Eso incluye atender muchos detalles. Es momento de estar muy atenta a cada papel que envía la universidad. Algunos son oficiales y otros son de suplidores que ofrecen sus servicios, algunos muy útiles y otros innecesarios.

Decisión de transporte
Si la universidad queda a distancia de avión y es en los Estados Unidos continentales, la primera decisión es si hacer el viaje en auto o en avión. Depende del presupuesto y del lugar a donde se viaja. Ir en auto suma la gasolina, un hotel o dos para pasar alguna noche y comidas en el camino. La vía aérea suma tarifa de avión y de alquiler de auto.

Selección de hotel
Con anticipación, la universidad envía información sobre los hoteles más cercanos que ofrecen tarifas especiales para las familias que van a llevar a sus hijos. Inmediatamente sepas cuándo el dormitorio está disponible para mudarse, calcula llegar unos días o una semana antes para conocer los alrededores, el recinto, asistir a las actividades de bienvenida y hacer las compras. Reserva habitación en seguida para que consigas la opción que más te conviene. Tus criterios de selección de hotel deben ser precio, cercanía al recinto y a lugares de comidas, espacio para almacenar lo que compres antes del día de mudanza y relativa proximidad a las tiendas. Este es el momento también de hacerte socia de todas las cadenas de hoteles cercanas donde puedes acumular puntos o tener descuentos personales para cuando regreses a visitar, y de American Automobile Association (AAA) que tiene buenos descuentos de hoteles.

Antes de salir de casa…

  • Examina bien los beneficios del plan de salud de la universidad. Mientras tanto, deja a tu hijo(a) en tu plan de salud porque a veces esa cubierta es superior. Coteja que tu plan cubra en el estado donde ella va a estudiar y qué diferencias, si alguna, hay en la cobertura.
  • Lleva a tu hijo(a) a su médico de familia antes de ir a la universidad. La idea es que le provea evidencia de cualquier padecimiento que tenga y le dé recetas para que se lleve todos los medicamentos prescritos y no prescritos que pueda necesitar. Llévala también a un optómetra para examen de la visión, y al dentista. Lo que se pretende es evitar posibles emergencias que interfieran con su proceso de adaptación al nuevo ambiente, mientras conoce los recursos disponibles allá.
  • Haz un presupuesto de ropa, ropa interior, zapatos, accesorios y efectos de aseo personal. Si tu hijo(a) va a estudiar en una zona donde hay invierno y primavera, prepárate para diferentes tipos de ropa y accesorios (Por ejemplo: abrigo, medias, botas, "sweaters", bufanda, guantes, etc.). A menos que ella o él prefiera comprar su ropa cerca de casa o vivas en un estado donde la ropa no paga impuestos, aparta algo de ese presupuesto para que aproveches ventas especiales cerca de la universidad.
  • Cuando recibas ofertas de ventas de efectos de dormitorio con servicio de entrega, observa lo que es. Tal vez tu hijo(a) no los necesite y si decide comprarlos, en las tiendas están a menor precio.
  • Observa por Internet la localización de tiendas cercanas a la universidad y busca las ventas especiales que tendrán la semana que vas a estar allá. Entre los cupones que te llegan, los que puedes conseguir en la computadora y las ventas especiales, puedes ahorrar mucho dinero. No insistas en comprar cerca de tu casa y cargar demás, a menos que tu hijo(a) tenga preferencias demasiado específicas.
  • Asegúrate de que la computadora de tu hijo(a) está en óptimas condiciones. Un estudiante universitario no puede funcionar sin una buena computadora. Aunque hay servicios de computadoras en los recintos, es fuerte la competencia por usarlas. Si es muy necesario, reemplaza la que tiene y prepárate por si estudia algo que requiera la compra de otros programas y aplicaciones. También va a necesitar una impresora, pero esa la puedes comprar en el área de la universidad. Ya se puede conseguir una impresora/"scanner"/fax/copiadora de alta calidad entre $60 y $129.
  • Haz presupuesto para una mensualidad de gastos para tu hija(o). Calcula transportación si sale del recinto, actividades extracurriculares, alguna que otra comida fuera, compras de artículos de aseo y otras necesidades que tú imaginas que ella o él va a tener. Abre una cuenta bancaria a nombre de los(las) dos con dos tarjetas de débito para facilitar las transferencias de ese dinero mensual. Para emergencias o gastos imprevistos mayores, dale una tarjeta de crédito suplementaria de las tuyas para que tengas control. Si tu hijo(a) es buen(a) administrador(a) del dinero, sugiérele que solicite una tarjeta de crédito de estudiante. Le sirve para empezar a establecer su propio crédito y para que aprenda a usarla. Por supuesto, esa tiene que pagarla de lo que tú le envías (no es extra).
  • Indaga junto con tu hijo(a) sobre los servicios disponibles con descuentos de estudiantes, como la transportación en tren y otros más, de acuerdo con la ciudad donde estudie.

Ayuda financiera
Ya llegaste al proyecto de mudanza. Hablemos de los detalles de ayuda económica para los créditos universitarios. A esta fecha, ya muchas universidades han enviado lo que ellos llaman el “paquete” de ayuda económica. Esto incluye becas de mérito, ayudas federales, ayudas de fondos privados, préstamos federales para estudiantes y préstamos federales para los padres. Especialmente si eres madre soltera y tienes un solo ingreso, nunca es tarde para comunicarte con el funcionario de la oficina de ayuda financiera que envió la carta y solicitar revisión para aumentar la ayuda, sobre todo si tu situación económica empeoró desde que tu hijo solicitó a la universidad.

No importa lo que leas en las noticias sobre si hay becas o no hay, sobre si limitaron los préstamos estudiantiles, siempre puedes apelar la decisión. Si no te aplican cambios este semestre, tal vez apliquen para el próximo. Por supuesto, el promedio general o GPA de tu hijo(a) te ayuda en la negociación. Tienes que ser diligente desde que recibe el “paquete” y una vez estés en el recinto. Tu hijo(a) también debe ser insistente. Las universidades estatales están aumentando su matrícula y las privadas cobran un promedio de $45,000 anuales. Cualquier ayuda financiera adicional es importante porque la matrícula no es el único gasto.

Cada libro de texto cuesta un promedio de $100-$300. Hay varios servicios serios y confiables de alquiler de libros que puedes acceder en línea. Resultan mucho más económicos que comprar los libros, los envían al estudiante y en la misma caja donde llegan, el estudiante los devuelve al final del semestre.

El plan de comidas que pagas con la matrícula garantiza que tu hijo(a) tiene dónde hacer todas sus comidas sin gastos adicionales. Si come todos los días en el mismo sitio, a la larga se va a aburrir y hasta se va a quejar de que la comida es mala, pero al menos resuelves la necesidad básica.

El dormitorio
Los estudiantes de primer año suelen vivir en los dormitorios universitarios. Algunas universidades lo exigen; otras no. Se recomienda que lo hagan porque es su primer año en un lugar desconocido y les facilita la adaptación al área, la distancia a los edificios de clases, la seguridad y, sobre todo, tienen la oportunidad de conocer otros estudiantes y entablar amistades. Además, está incluido en el pago de la universidad. Después del primer año, ya el estudiante tiene amigos, y entre tres y cuatro pueden alquilar un apartamento, comprar los alimentos que les gustan, cocinar lo que deseen y están más cómodos. Esta alternativa con frecuencia es más económica, pero no se recomienda para el primer año de estudios.

¿Qué comprar para el dormitorio?
Tal vez tu hija(o) se quiera llevar su almohada. El truco de habilitar la “L” que es el espacio de dormitorio con que cuenta un estudiante en esta etapa es darle un toque a su gusto, pero comprar todo barato, para desecharlo a fin de año. La lista básica es algo así:

  • 3 sábanas (no, no las va a cambiar semanalmente)
  • comforter o edredón
  • cobija
  • cojines
  • silla para escritorio
  • cajas plásticas de almacenaje que quepan debajo de la cama
  • cubierta para el colchón
  • una cubierta acojinada si la cama es muy dura
  • lámpara de mesa
  • detergente de lavar ropa
  • detergentes de limpieza
  • 4 toallas de baño y 4 toallas de mano
  • zafacón pequeño
  • nevera - ya que suele compartirse, a veces se divide el gasto con la compañera de cuarto que le asignaron y ya se comunicaron
  • televisor
  • ganchos de ropa
  • aspiradora de polvo pequeña
  • Si no hay baño privado, una canasta para cargar los efectos de baño.
  • Extensiones eléctricas por si los receptáculos están lejos de los enseres
  • Un microondas pequeño, si lo permiten

Nota: El día que mudes a tu hijo(a), llega temprano para que él o ella puedan escoger la cama cerca de la ventana o cerca de la puerta, como prefiera.

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