Galería de sueños: Debbie Polisky y su lucha contra la obesidad y desnutrición (Fotos)

Galería de sueños: Debbie y su lucha contra la obesidad

El talento, el hambre de superación y el trabajo de calidad de los inmigrantes latinos ha enriquecido la cultura, la educación, la política, la historia y por supuesto la economía de los Estados Unidos. Y todos llegaron a este país con un sueño.
Nuestra tercera historia en esta serie de HuffPost Voces que hemos llamado “Galería de sueños”, en la cual hemos narrado el esfuerzo y las conquistas en campos diversos de personas que han llegado a Estados Unidos de diferentes países, relata las ilusiones de Débora “Debbie” Polisky quien hace doce años tocó la puerta de las oportunidades en este país (Lee la primera y segunda parte del especial y conoce la historia de José López y la de Iván Valdez).

Debbie es doctora en nutrición egresada de la Universidad de Buenos Aires, está casada con Alejandro Rabinovitz, programador en computación, y su primer sueño cuando llegó de su natal Argentina, era ser contratada en los Estados Unidos. Su segundo sueño se podrá conocer después de leer esta historia.

Su profesionalismo y tenacidad llevaron a Debbie y su esposo a cruzar las barreras culturales y profesionales para obtener su sueño.

“Algo faltaba en mi vida”, afirma la doctora en nutrición. “Después de haber trabajado siete años como nutricionista en mi país yo no estaba conforme conmigo misma. Necesitaba crecer como profesional, y con el apoyo de mi esposo me decidí a solicitar trabajo en los Estados Unidos”.

Debbie Polisky y su lucha contra la obesidad y desnutrición

Una sociedad malnutrida

Debbie hizo todo lo necesario para lograr su sueño. Sus conocimientos bilingües y su experiencia la colocaron en la ruta adecuada. Pocos meses después de haber sido entrevistada telefónicamente por una agencia de servicios de salud, ubicada en Phoenix, Arizona, Debora Polisky fue contratada como gerente de Programas de Nutrición.

“Cuando recibí la noticia nos pusimos felices. Fue una oportunidad única”, afirma. “Sin dudarlo vendimos de inmediato nuestra casa para viajar a Estados Unidos e iniciar una nueva vida”.

Debora Polisky afirma que la nutrición es una rama medular de la ciencia para el desarrollo de futuras generaciones. “Me preocupa muchísimo el problema de obesidad en los Estados Unidos”, platica. “Esta situación no existe en Argentina y la vine a ver cuando llegué a este país. Es un tema terrible al que no se le da la importancia que tiene. Yo llegué pensando que iba a trabajar con familias desnutridas y con bajo peso, pero me encontré con familias enteras que estaban malnutridas y con un peso excesivo causado por la mala alimentación y el sedentarismo”, afirma.

Con la idea fija de superación en su carrera, Debbie continuó sus estudios. Obtuvo su segunda licenciatura en nutrición y una maestría en línea. “Es muy importante aprender y crecer en tu sueño; estudiar ha sido mi mejor arma. Obtuve mi doctorado y maestría en administración y al mismo tiempo daba clases en varias universidades en línea”, platica. “Hay mucho que hacer en este país que hoy sufre las consecuencias de una malnutrición. Ese es mi reto y mi sueño”.

“Ser nutriólogo es un compromiso muy grande y tener la oportunidad de trabajar aquí abrió mis expectativas. Me gustaría hacer algo novedoso en relación con la salud, porque la alimentación es algo que todos compartimos en nuestras diferentes culturas”, afirma la doctora. “Está en nuestras manos quitar los malos hábitos alimenticios porque es evidente que la mala nutrición existe en gran parte del mundo”.

La nutrióloga explica que todos tenemos la responsabilidad de evitar la obesidad y la desnutrición porque son problemas que pueden llevarnos a la muerte.

Comida chatarra en las escuelas

“Es inconcebible que todos en este país y en el mundo sepan del problema de la obesidad causada por malnutrición y que no hagan lo necesario para evitarlo a pesar de los esfuerzos que hacen los organismos internacionales para la prevención de esta enfermedad,” afirma.

“En las escuelas hay máquinas vendedoras de refrescos y de comida chatarra”, denuncia la nutrióloga, quien asevera que eso debe evitarse y que los organismos encargados del control de alimentos tienen que actuar.

“También es imperativo que los medios de comunicación brinden todo su apoyo porque no es suficiente lo que hacen”.

“La sociedad norteamericana ha perdido la costumbre de comer en familia y de cocinar en casa, por eso está tan mal nutrida”, sostiene Debbie. “El trabajo absorbe a los padres de familia y los obliga involuntariamente a darle alimentación chatarra a sus hijos. Hay que volver a las tradiciones de nuestros países de origen que nos mantenían lejos de la comida rápida y aprender que todos los alimentos requieren de su tiempo de cocción para que sean nutritivos”.

Porciones de comida monstruosas

Debbie señala que otro de los grandes problemas que impactan negativamente la alimentación en este país son las enormes porciones individuales de comida que se sirven en los restaurantes y en los hogares.

“Es impresionante ver que los platillos se sirven con raciones tan grandes que rebasan lo que un ser humano necesita consumir. Debemos parar esto y evitar que los niños se mal eduquen”, afirma la doctora en forma de protesta.

Debora Polesky tiene un gran sueño y es que las autoridades, empresas y organismos valoren el esfuerzo que personas como ella realizan para mejorar la calidad en nutrición para prevenir las consecuencias de la obesidad.

“La prevención es primordial”, afirma. “Desafortunadamente todo lo que uno hace no es valorado como debería de ser. Los padres de familia tienen que estar conscientes del daño que le hacen a sus hijos, porque ellos son el modelo a seguir, además de ser los responsables directos de los hábitos familiares. No pueden exigir que sus hijos no beban refrescos o comida chatarra si ellos son los que ponen el mal ejemplo”, reprocha.

Los productos milagro

Para la nutrióloga, los medios de comunicación son una excelente manera de difundir y educar a la comunidad, siempre y cuando lo hagan con compromiso.

“Los medios tienen que evaluar el contenido global de su información y dejar de aceptar anuncios de ‘productos mágicos’ para bajar de peso. Sé que es muy difícil controlar esto porque por desgracia el mercantilismo se impone a la razón. La única forma de bajar de peso es enseñando buenos hábitos alimenticios desde que el bebé nace”, afirma.

“Hay que darle a los recién nacidos preferentemente leche de pecho, por lo menos por ocho meses, porque previene la obesidad, diabetes, asma y otras enfermedades crónicas y después empezar a darle alimentos solidos. Tenemos que educar a los padres de familia sobre la importancia que tiene la lactancia materna y qué es lo mejor que puede hacer una mamá”.

Nuestra entrevistada explica que muchas mujeres se niegan a amamantar a sus bebés por haberse realizado cirugía estética de senos, (muy de moda) pero no deben temer. “Esto no afecta las glándulas mamarias”, informa. “Si están temerosas, que consulten al médico, pero nada debe evitar que un bebé empiece bien el camino de la nutrición”.

La doctora Polisky dice que lo mejor para que un ser humano sea sano es que consuma alimentos naturales no modificados genéticamente como algunas frutas y verduras que ya están a la venta en muchos lugares. “Todavía existen muchas dudas sobre si estos alimentos modificados son o no perjudiciales para la salud”, asegura, y agrega que para evitar la obesidad siempre se deben leer las etiquetas de los productos donde está su información nutricional.

“Es fundamental para el cuidado de la salud leer y aprender lo que contienen los productos, y recordar que entre menos ingredientes y colorantes tengan es mejor para la salud. Uno tiene que comer como lo hacíamos en nuestro país de origen: natural, sin químicos agregados”, aclara.

En la actualidad Debora Polisky es una profesional independiente y empresaria que lucha a diario por concientizar a las familias arizonenses sobre la importancia que tiene alimentar debidamente a sus familias.

“Es una labor de cada segundo de mi vida y mi sueño es evitar que muchos niños, adolescentes, gente joven, adultos y ancianos se enfermen o mueran por nos saber la importancia que tiene la “nutrición”, concluye nuestra entrevistada.

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