Se dice que en Rusia el ser abanderado de una justa olímpica representa un acto de honor y orgullo, de hecho en este país únicamente hombres han portado el lábaro patrio en la historia del certamen veraniego; pero en esta ocasión, el Comité Olímpico Ruso decidió darle esa distinción a una mujer en Londres: la tenista Maria Sharapova, quien gracias a su trayectoria se convertirá en la primera dama en hacerlo.
Sharapova nació en la ciudad de Nyagan, una ciudad en la región siberiana de Rusia, y su primer encuentro con una raqueta de tenis fue a los cuatro años, luego de que, junto a su padre, conoció al tenista Yevgeny Kafelnikov, quien se la obsequió, y a partir de ese momento su vida quedó marcada en el deporte blanco.
Dos años más tarde, en un torneo llevado a cabo en Moscú, Martina Navratilova, una de las mejores exponentes de este deporte, descubrió su talento y, sin dudarlo, le recomendó al padre de Maria llevarla a la academia más famosa de esta disciplina: Nick Bollettieri Tennis Academy de IMG, en Florida, por lo que se incorporó en calidad de alumna de tiempo completo.
La carrera de esta gran deportista empezó su andar en las canchas en 2001, donde demostró su calidad en circuitos júnior, incluso para el 2002 empezó a jugar algunos partidos como profesional, pero fue en 2003 que ganó su primer torneo de la WTA en Tokio; sin embargo, su despegue fue en 2004 cuando se convirtió en la segunda tenista más joven (17 años) en ganar Wimbledon, siendo la primera jugadora rusa en conseguirlo.
A partir de ese momento, el nombre de la tenista le dio la vuelta al mundo al ganar poco más de una veintena de torneos por todo el planeta, dejando huella de sus grandes habilidades con la raqueta, pero, sin duda, fue apenas en este 2012 que logró lo que muy pocas tenistas han conseguido: convertirse en la décima jugadora del mundo en ganar los cuatro torneos más importantes de Grand Slam, luego de salir airosa en junio en Roland Garros, torneo faltante en su currículum de los más importantes, junto a Wimbledon (2004), US Open (2006) y Australia (2008).
"Me siento muy honrada y especialmente nerviosa, ya que será la primera experiencia olímpica de mi carrera".
