De acuerdo a un artículo en la revista Nature, el azúcar es una sustancia tan tóxica que debería ser regulada como el tabaco y el alcohol. Estudios han indicado que en exceso el azúcar (tanto en su forma natural como jarabe de maíz alto en fructosa) no sólo engorda, sino que crea desastres en el hígado, daña el metabolismo, dificulta la función cerebral y nos hace susceptibles a cardiopatías, diabetes y hasta cáncer.
Hasta el momento el gobierno federal no se ha involucrado y los expertos resaltan que un 80% de nuestras selecciones de alimentos contienen azúcar. A pesar de las advertencias, los hábitos no han cambiado, y las mujeres en sus 20 y 30 años pueden estar sintiendo los efectos del azúcar en exceso sin siquiera darse cuenta.
Estos son algunos de los problemas ocasionados por el azúcar y consejos para mitigar el daño:
Comer por estrés
Cuando estás estresada, recurres a unos chocolatitos o galletas. Para medir el impacto que el azúcar tiene, investigadores en abuso de sustancias han hecho estudios en sujetos que ingieren dulces. Lo que han visto repite lo que sucede en la mente de un adicto. Al probar azúcar el cerebro se enciende en las mismas regiones como lo hace un alcohólico con una botella de vodka. La dopamina – el químico asociado a la recompensa – se libera y refuerza el deseo de querer más.
La solución: Una galletita cada cierto tiempo, digamos dos veces a la semana, está bien. Pero si necesitas algo dulce, opta mejor por avena con azúcar moreno, sugiere el doctor Jeffrey Fortuna, de la Universidad de California. Los granos integrales son sustanciosos y el dulce te calmará el antojo.
Aumento de peso inexplicable
Tratas de comer bien y tomas sodas dietéticas. Pero el azúcar – tanto real como artificial – es un saboteador. Cuando el páncreas detecta azúcar, el cuerpo libera insulina, lo que provoca que las células en el hígado, y tejidos de músculos y grasa absorban glucosa de la sangre almacenándolo como glicógeno para energía. Si ingieres mucho azúcar a la vez, los niveles de insulina suben y luego bajan súbitamente. Esto provoca que te sientas cansada y te antojas de más dulce para tener energía. Los azúcares artificiales no ayudan. "Los endulzantes artificiales viajan a la parte del cuerpo asociada con deseo, pero no a la parte responsable de la recompensa", explica el doctor Gene-Jack Wang, un investigador en Brookhaven National Laboratory en Nueva York. Tampoco liberan las mismas hormonas de saciedad que el azúcar verdadero, por lo que consumirás más calorías.
La solución: Procura comer fruta cuando tengas antojos de dulce, la fibra ayudará a controlar la insulina, y sustituye agua con gas por soda dietética. Si necesitas azúcar, procura una merienda pequeña hecha con azúcar verdadera y come despacio.
Cerebro nublado
¿Te sientes en la luna en medio de una reunión? Investigaciones de la Universidad de California sugieren que el azúcar forma radicales libres en las membranas del cerebro y compromete la habilidad de comunicación de las células nerviosas. Esto puede repercutir en qué tan bien se recuerdan instrucciones, se procesan ideas y se controla el ánimo, opinó Fernando Gómez-Pinilla, autor del estudio.
La solución: Permanece bajo el límite de 10 cucharaditas de azúcares añadidos diarios establecidos por la USDA. Lee las etiquetas y la información nutritiva en los establecimientos: un latte de vainilla de 16 onzas de Starbucks y un panecillo excederá tu límite diario. Una mejor opción es café negro y yogur con arándanos y nueces, endulzado con miel.
Piel envejecida
El azúcar provoca envejecimiento prematuro, tal como los cigarrillos y los rayos ultravioletas. La piel joven (generalmente menor de 35 años), está apoyada por estructuras de colágeno y elastina, y cuando está expuesta al sol u otros radicales libres, las células se reparan ellas mismas. Pero cuando el azúcar se adentra en la piel, sus componentes provocan que los amino ácidos se crucen, lo que impacta el mecanismo de recuperación y podría dejarte con arrugas prematuras.
La solución: El dermatólogo William Danby considera el azúcar como un enemigo. También recomienda evitar soda y pastelitos procesados. Cambia el azúcar por canela, que ayuda a evitar esos cruces, al igual que el clavo, orégano, jengibre y ajo.
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