En los Juegos Olímpicos de Londres , los ojos de todo el mundo estarán puestos en la alberca del Aquatics Center, en la que se presentará el mejor nadador de todos los tiempos, el oriundo de Baltimore, Maryland, Michael Phelps, quien se encuentra a dos medallas de igualar la marca de la gimnasta rusa Larisa Latynina, máxima ganadora de metales en las historia de la justa veraniega (18).
Al tritón estadounidense el gusto por el nado le nació a los siete años, influenciado en parte por sus dos hermanas que también lo eran, incluso una de ellas estuvo cerca de participar en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996, pero una lesión se lo impidió hacerlo. Phelps poco a poco empezó a destacar y rápidamente a los 10 años batió el récord nacional de niños de su edad.
Para suerte del entonces joven nadador, a los 11 se cruzó en su camino el entrenador Bob Bowman, quien se percató rápidamente de sus cualidades y cuatro años después ya lo tenía compitiendo en unos Juegos Olímpicos (Sydney 2000), en los que logró un meritorio quinto sitio en estilo mariposa.
A partir del siguiente año empezaron a venir la cadena de éxitos del joven nadador, como la medalla de oro de los 200 metros mariposa en el Mundial de Fukuoka, en Japón, prueba en la que estableció marca. En 2002 deslumbró en los Pan Pacific Games, pero en 2003 batió ocho récords mundiales en cuarenta y un días.
Pero fue en los Olímpicos de Atenas 2004 cuando le demostró al mundo de lo que era capaz de hacer en la piscina, luego de ganar seis medallas aúreas y dos bronces, y quedarse a una de homologar lo hecho por su compatriota Mark Spitz en los JO de Munich 1972, de obtener siete metales de oro.
Sin embargo, Phelps cuatro años después (Beijing 2008) no solo se dio el gusto de empatarlo, sino de romper la marca de ganar ocho medallas de oro (400 m estilos, 4x100 m libre, 200 m libre, 200 mariposa, 4x200 m libre, 200 m estilos, 100 m mariposa y 4x100 m estilos), en siete de ellas con récord mundial y en la otra marca olímpica.
Con estos números es indudable que el llamado 'Tiburón de Baltimore', de 27 años, ha dominado a placer este deporte, por lo que probablemente los Juegos Olímpicos de Londres será su cereza en el pastel de una brillante carrera.
"Siempre me dije que no competiría después de los 30. No estoy seguro si continuaré muchos años más después de los Juegos (de Londres). No sé por qué elegí los 30, pero le dije a (mi entrenador) Bob Bowman que no voy a nadar después de esa edad, así que no se hagan ideas. Él me contestó: 'Bueno, me parece bien, porque no quiero entrenarte después de tus 30'", dijo a la agencia Reuters.
