El nuevo estilo de entrevistas de trabajo: cómo prepararte

¡Prepárate para el nuevo estilo de entrevista!

Las entrevistas tradicionales de empleo están en peligro de extinción. Ya el empleador típico sabe que el papel aguanta todo lo que le escriban y que las palabras se las lleva el viento. La originalidad para escrutar si un candidato reúne los requisitos de una plaza es asombrosa.

Un joven a quien conozco estaba entusiasmadísimo porque lo llamaron de una empresa para entrevistarlo por teléfono, después de recibir su resumé. Fue hora y media de entrevista donde le hicieron preguntas personales, algunas sobre sus hábitos y tiempo de ocio, y otras sobre qué en verdad sabía hacer de las tareas relacionadas con la plaza. Esas preguntas fueron las menos. Entonces lo invitaron a pasar tres días, con todos los gastos pagos, en la ciudad donde ubica la sede de la empresa.

Lo fueron a buscar al aeropuerto, lo llevaron a cenar, pero no le hablaron mucho sobre el trabajo. Solo compartieron con él. Al otro día lo llevaron a conocer las oficinas, el personal y le administraron un examen teórico y otro práctico, relacionado con la plaza. Luego le explicaron que el examen teórico ni se pasaba ni se fracasaba; era solo para determinar cuán receptivo y dispuesto estaba él para aprender nuevas estrategias, y cuán adiestrable era. El examen práctico pretendía medir sus verdaderas destrezas. No lo entrevistaron formalmente ni le mencionaron el contenido de su resumé.

Luego lo invitaron a almorzar y la conversación fue personal. Le preguntaron otra vez (lo habían hecho por teléfono) qué hacía durante sus noches libres. En aquel momento él había respondido “leer libros técnicos”. Esta vez, el jefe le dijo: “Dime qué haces o qué te gusta hacer, pero no me digas que leer libros técnicos. ¿Nunca sales a divertirte, no practicas ningún deporte?” Se despidieron de él diciéndole que al día siguiente conociera la ciudad por su cuenta y pensara si podría adaptarse a vivir allí. Lo irían a buscar para cenar. Durante esa cena, le llevaron un contrato, una oferta de empleo y un cheque de bono por firmar y para mudarse. Empezó a trabajar una semana más tarde.

Conozco empresarios que citan a los candidatos en los lugares donde van a hacer los diferentes trabajos: industrias, compañías de celulares, barras, hoteles. Exponen a los candidatos a lo que serían sus deberes y observan cuán capacitados realmente están para hacerlo. Muchos los inician en prácticas del empleo, como si quisieran probar antes de comprar. En otras empresas exponen los candidatos a situaciones que podrían ocurrir, para medir su capacidad de enfrentarse a ellas y resolverlas.

En los casos de corredores de bolsa y agentes financieros, la medición de su estabilidad psicológica para sobrevivir a las dramáticas alzas y bajas del negocio y manejar los riesgos es más importante que nunca. La inversión de un empleado, especialmente a nivel ejecutivo, es muy costosa y eso ha cambiado los estilos de reclutamiento en muchas corporaciones. Se considera más incómodo perder el tiempo entrevistando a alguien para al final darse cuenta de que el candidato no es apto, o perder dinero reclutando a alguien cuya entrevista no dejó ver las incapacidades. La exposición al ambiente de trabajo ahora es crucial para el reclutamiento.

¿Qué buscan los empresarios con este nuevo estilo de “entrevista”?

  • Asegurarse de que emplea a alguien adaptable al ambiente de trabajo y a los posibles cambios en la dinámica empresarial.
  • Emplear a alguien capaz de formar equipo con el personal ya existente porque el trabajo de equipo es crítico para servir con excelencia al cliente y hacer crecer un negocio.
  • Cerciorarse de que son reales todas esas virtudes y experiencias que narra el resumé.
  • Reclutar a alguien capaz de aprender y reaprender de acuerdo con las necesidades del mercado al que sirve la empresa.
  • Escrutar bien las habilidades de cada cual e integrarlas a favor de los objetivos de la empresa.
  • Minimizar los riesgos de invertir en emplear a una persona que no rinda los beneficios que se esperan de él.
  • Observar el sentido de compromiso del candidato.
  • Medir la capacidad psicológica de manejar situaciones de mucha presión y cambio, y de reaccionar a ellas a tiempo y con certeza.

Un resumé que te represente es siempre un buen comienzo. Sin embargo, cuando busques empleo, asegúrate de que puedes demostrar, sin lugar a dudas, no solo tus destrezas sino tu capacidad para discurrir en momentos de crisis. Para el empresario de hoy, el empleado es más que un técnico: es un conjunto de las características ideales para el desarrollo de su negocio.

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