Acoso escolar por orientación sexual contra latinos: Mucho más que un simple ‘juego de niños'

Acoso: Más allá que un simple 'juego de niños'

Acoso, maltrato, insultos, son sólo algunas de las experiencias que vive un grupo de niños y jóvenes inmigrantes miembros de la comunidad lésbica, gay, bisexual y transgénero (LGBT), quienes se tienen que enfrentar diariamente a estadísticas que apuntan en su contra, apostando por la deserción escolar temprana, depresión y problemas de autoestima.

Recientemente, un reporte, publicado por la National Education Association (NEA), mostró que el “bullying” se expresa en varias formas entre estudiantes en escuelas a través de todo el país. Entre ellas, verbalmente (59%), socialmente (50%), físicamente (39%) y en línea (17%), basados, entre otras cosas, en el peso (23%), género (20%), orientación sexual (18%), o impedimento (12%) de la persona.

Y por si ser acosado por su orientación sexual o expresión de género fuera poco, otro informe realizado por el Gay, Lesbian and Straight Educational Network (GLSEN), reveló que “más de la mitad de los participantes de raza hispana y afroamericana afirmaron ser más victimizados principalmente por causa de su etnia”.

“Los niños que son acosados experimentan más depresión, ansiedad y pérdida de autoestima; pierden más tiempo de escuela y reducen sus aspiraciones educativas, y logros académicos”, aseguró Ricardo Martínez, administrador de iniciativas a la Comunidad del GLSEN y panelista del taller “Stop the hate: Overcoming Modern-Day Bullying Education”, parte de la serie de conferencias del National Council La Raza. “Ellos tienden a recibir diferentes tipos de acoso con más frecuencia, experimentan “bullying” por raza, por ser LGBT, y luego por encima de eso, por ser latinos”.

Además, estos mismos estudiantes en muchas ocasiones no saben a dónde acudir en busca de apoyo, por lo que a falta de una guía, tienen a tratar de evitar asistir a la escuela para evadir incidentes desagradables, atrasándose y, finalmente abandonando sus estudios. Y en los casos más trágicos, llegando a deprimirse, enfermarse, o incluso a contemplar o cometer suicidio.

Sobre este asunto, el estudio del NEA enfatizó además entre sus hallazgos que “los profesores en general no se sentían cómodos interviniendo en cualquier tipo de situación de intimidación, pero se mostraban aún menos agusto cuando las mismas eran por causa de acoso relacionadas con orientación sexual y género”.

“Las escuelas deberían ser un lugar seguro para los niños. Detener el acoso es trabajo de las escuelas también. Los maestros son herramientas poderosas para luchar contra este problema… Como maestro hay que comenzar a cerciorarnos de que existan espacios seguros para estos jóvenes. Cuando un estudiante es acosado, la escuela entera no está segura”, comentó Cesar Moreno, Director Asociado de Derechos Humanos de la American Federation of Teachers, y panelista del simposio.

Para comenzar a hacer una diferencia en la vida de estos chicos, Moreno insta a los padres y educadores a enfrenar la situación sin evasivas, “Es hora de detener las excusas y dejar de tapar el ‘bullying’ con frases como ‘son sólo cosas de niños’ o ‘es sólo parte natural del crecimiento’. Este es un problema real, un problema que está afectando a nuestros niños y jóvenes, y marcando su fututo”.

Por su parte, Martínez aconseja: “Para que las escuelas puedan luchar contra esto, hay que establecer políticas antiacoso, firmar peticiones a sus líderes políticos, apoyar familias con miembros LGBT, conectar a jóvenes con recursos locales, convertirse en aliados activos de la causa, y principalmente comenzar a cambiar el lenguaje que se usa al referirse a estas comunidades”.

Estos jóvenes, además deben ser guiados a conocer, aceptarse y sobre todo ser apoyados por sus familias, “Es importante que tengan un conocimiento sobre su identidad en todas sus facetas… el hablar sobre lo que significa ser latinos, LGBT, y la combinación de ambas, los ayuda a encontrarse a sí mismos, aceptando ambos como parte de su identidad, y buscando su propio significado sobre lo que representa para ellos… Es difícil, pero si se tiene el apoyo de la familia, los amigos, se sentirá con poder de tomar acción, le ayudará a no limitarse y a celebrar la diferencia”, sostuvo Martínez.

Por otro lado, de acuerdo con Rocío Inclán, directora del departamento de derechos civiles y humanos del NEA, y recurso del evento, existen formas de lograr un cambio real en las escuelas, proveyendo un ambiente más seguro para los estudiantes de todas las razas, géneros, y orientación sexual, y esto comienza por la tolerancia y la información. “¿Cuántos saben aquí que 48 estados tienen leyes contra el 'bullying'? Debemos estar más informados, y conocer sus derechos y los de sus niños. Hay que informarse, educarse, ser parte del movimiento, saber cómo aplicar estos derechos y como nos afectan”, aseguró.

Inclán proveyó además consejos adicionales para padres y educadores que buscan detener y prevenir la intimidación en sus aulas y hogares. Entre ellos se encuentra el prestar atención a las señales de que existe un problema, como lesiones físicas inexplicables, cambios en hábitos alimenticios o excusas del menor para no asistir a la escuela, y sobre todo, no ignorarlas. Es además importante intervenir y tomar acción lo antes posible, manteniéndose en calma pero siendo asertivos.

Lidiar tanto con la víctima como con el acosador individualmente, así como con los testigos de los hechos, quienes en muchas ocasiones suelen ser los cómplices del hostigamiento, debe ser también parte de la lección que se le brinde a los atacantes. Además, se debe escuchar todas las partes sin prejuicios, y sin obligar a ninguno a envolverse en una transferencia de disculpas, que sólo validará al acosador, y hará más pequeña su falta. En última instancia, es crucial buscar asistencia profesional cuando la situación así lo requiera, antes de que llegue a afectar al menor dejando heridas de por vida.

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