El pasado 29 de junio se hizo público que Katie Holmes y Tom Cruise habían comenzado con los trámites de su divorcio, luego de cinco años de matrimonio. La noticia sorprendió como también lo hicieron en su momento los anuncios de separación de Jennifer Lopez y Marc Anthony, Heidi Klum y Seal, y Johnny Depp y Vanessa Paradis. Independientemente de que estas rupturas amorosas entre celebridades se prestan para el chisme, la pregunta que probablemente muchos se hacen es, "¿Por qué no vivieron felices para siempre?".
"La persona con la que te casaste tal vez no sea la persona con la que estás viviendo", le explica a HuffPost Voces la Dra. Mary Speed, consejera de parejas. Es por eso que es posible que tus sentimientos hacia esa persona a la que le juraste amor eterno cambien.
Son muchos los factores que pueden hacerte sentir que has dejado dejado de amar a la persona con quien te casaste. Speed lo ejemplifica de la siguiente manera: "Una vez tuve a una clienta entrada en años que culpaba a su esposo por todos sus problemas. Ella despotricaba, ‘Cuando me casé, yo era activa, era popular, ahora tengo artritis y no puedo salir a ninguna parte’. A eso le respondí, 'De no haberte casado y vivido lo suficiente, ¿no crees que igualmente habrías envejecido?'".
La percepción es uno de los factores por los que las parejas pueden sentir que el amor se acabó en su relación y que ésta se volvió sofocante e insoportable. Volviendo al caso de su clienta, Speed señala: "Antes de casarse, ella tal vez disfrutaba y propiciaba las llamadas frecuentes de su pretendiente, y pensaba, 'me ama TANTO, siempre quiere oír mi voz'. Ya casados, tal vez ella cambió su forma de pensar y pensaba, 'es TAN escandaloso y siempre me llama porque no confía en mí'".
Pero el amor no se esfuma como por arte de magia. "La ausencia de esos intensos sentimientos ardientes pueden hacerte sentir como si el amor se hubiera ido. En realidad, esos sentimientos podrían simplemente haberse estancado. Algo similar a lo que ocurre cuando obtienes el trabajo 'perfecto'", señala la doctora.
Y antes de juzgar y crucificar a la otra persona, Speed sugiere que también te tomes un momento para analizarte a ti misma. "Recuerda que tú tampoco eres aquella persona que se casó con él. Has cambiado también. Ambos pueden cambiar para bien".
Cuando las creencias y religiones intervienen
Cuando existen hijos de por medio, es posible que las diferencias entre el esposo y la esposa se hagan notar más. Ahora que tienen enfrente la gran responsabilidad de ser padres, en ellos afloran nuevos sentimientos y también se percibe el mundo de otra manera. Una madre reflexiona sobre cosas a las que quizá antes no les daba importancia, y sus puntos de vista pueden llegar a diferir drásticamente con el pensamiento de su pareja. En el caso de Katie Holmes y Tom Cruise, mucho se ha especulado sobre la posibilidad de que la Cientología haya jugado un papel clave en esta separación.
"Las diferencias en los estilos de crianza de los hijos pueden provocar que una pareja se divorcie. Ser padres puede exacerbar y revelar conflictos subyacentes y sin resolver, que la pareja ha ignorado", explica Speed. "Por ejemplo, Katie Holmes y Tom Cruise tienen distintos bagajes filosóficos y religiosos. En la crianza católica-romana de Katie, a los niños se les considera imperfectos y la tradición reclama el sacramento del bautismo. El papel de los padres y establecer límites y disciplina a sus hijos, para que puedan seguir el camino de Cristo. En la tradición de Tom, se cree que los niños son intrínsecamente amorosos y buenos. El papel de los padres es permitir a los niños explorar y sacar sus propias conclusiones sobre lo que quieren. Los niños son tratados como adultos en miniatura", detalla la doctora.
¿Imaginan ahora lo difícil que debió ser llegar a acuerdos sobre cómo criar a Suri? “El Catolicismo Romano y la Cientología son incompatibles. El Catolicismo Romano se centra en Cristo y la Cientología se centra en uno mismo”, sentencia Speed.
El silencio y el aburrimiento: asesinos de parejas
La Dra. Mary Speed está convencida de que no es necesariamente la falta de amor lo que acaba con un matrimonio. Una pareja decide divorciarse pensando que ha dejado de quererse, cuando en realidad son otras cosas las que les han sucedido. Es común que simplemente estén aburridos.
"Las parejas pueden sentirse muy confiadas de que su matrimonio está a salvo de todo", señala la consejera, quien explica también que la vida en pareja requiere de mantenimiento día a día. "Las relaciones requieren atención y sin cuidado, los sentimientos de afecto se atrofian".
"En la física, la segunda ley de la dinámica señala que todo pasa de un estado de orden a uno de desorden. Los autos no se mantienen nuevos, y las casas tienen que limpiarse y volverse a pintar. No dudamos en hacer reparaciones y asegurar las cosas que son valiosas para nosotros", ejemplifica Speed. "Las relaciones también necesitan afinamiento".
Este podría ser el más grande error de algunas parejas, que simplemente dejan que el tiempo pase y suponen que su matrimonio siempre tendrá el brillo y magia que tuvo cuando comenzó, sin que ellos hagan nada al respecto.
"Recuerda cómo cuando un amigo se alejó te comprometiste a mantenerte en contacto. A veces, esa amistad se pierde por falta de contacto", dice Speed. "La amistad sólo puede mantenerse si te comunicas con esa persona. El único seguro que tiene una pareja para mantener su matrimonio es la comunicación".
Crecer y decir adiós
Katie Holmes tiene 33 años. Para ella, su matrimonio con Tom Cruise, de 50, fue el primero; él estuvo casado primero con Mimmi Rogers (1987-1990) y luego con Nicole Kidman (1990-2001). Quizá las expectativas de cada uno, sobre lo que debió haber sido su relación como esposos, no fue la misma. Y si tomamos en cuenta la diferencia de edad que existe entre ellos, también puede suponerse que algo no terminó de hacer click entre ellos.
"La edad cronológica y la edad de desarrollo son distintas", explica la Dra. Speed. "Tom Cruise, por ejemplo, para algunas cosas parece ser menos maduro que Katie Holmes. Además, como un niño, también aparenta ser concreto en su modo de pensar".
"En la cultura occidental, las diferencias de edades son menos comunes que en Europa. Casarse con alguien más joven le permite al 'adulto' de la relación tener el placer de introducir al más joven en determinadas experiencias", señala la experta. "Los jóvenes crecen y suelen dejar sus hogares. En esencia, la persona mayor [en la relación] podría haber empoderado a la más joven para irse [de dicho matrimonio]".
Cuando dos famosos se divorcian, más allá de ser momento para chismear –que nadie dice que sea malo hacerlo–, debería ser momento de reflexión para todos. Bien lo dice el refrán: "Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar".
EL ADIÓS DE LOS FAMOSOS:
