La disciplina fue una "mala" palabra durante muchos años. Lo que se conoce como la "Nueva Disciplina" se relaciona estrechamente con amarse a uno mismo y tener éxito en todo. Para empezar, varios estudios (realizados por Angela Duckworth y Martin Seligman) confirman que la disciplina predice mucho mejor la capacidad de logro que la misma inteligencia. Se trata específicamente de la auto-disciplina, que incluye la habilidad de controlarse uno mismo, motivarse y ser persistente para alcanzar las metas.
Esa auto-disciplina hace la diferencia para seguir un régimen de reducir de peso hasta adelgazar, terminar estudios universitarios, desarrollar un negocio hasta ver los resultados esperados, ahorrar lo necesario para comprar un auto o una casa, o terminar de leer este artículo. Se ha encontrado que esa auto-disciplina que contiene el poder de la voluntad es la característica más fuerte del ser humano para alcanzar lo que quiere.
Si no eres disciplinada, y crees que nunca lo serás, o lo eres para trabajar y no para los quehaceres del hogar, te tengo buenas noticias: la auto-disciplina es transferible de una tarea a otra. El psicólogo Roy Baumeister, de Florida State University, difunde estudios que confirman que la voluntad y la disciplina son transferibles. Si se poseen y utilizan en un área de la vida como aprender a estudiar fuerte, se transfieren a otras áreas como hacer ejercicios, ahorrar dinero y mejorar la postura.
La capacidad para controlarte a ti misma tiende a aumentar porque vives las recompensas que te produce. En estudios publicados por Baumeister, los estudiantes universitarios que formaron parte de un programa para aprender a estudiar mejor, al final también fumaban menos y consumían menos alcohol. Lavaban sus platos en vez de dejarlos tirados en su dormitorio o apartamento, que además mantenían más limpio. Incluso dejaron de gastar por impulso.
En otro estudio para observar cuán transferible es la auto-disciplina, se inició a un grupo de individuos entre 18 y 50 años en un programa de administración de dinero. Se convirtieron en personas más ahorrativas, y a su vez mejoraron su concentración y empezaron a estudiar más y con mejores hábitos. Según el científico, el auto control tiene un interés compuesto; los beneficios se perpetúan por sí mismos por los logros que se obtienen cuando se ejerce la auto-disciplina.
La recesión parece haber obligado al consumidor a desarrollar auto-disciplina. Los expertos financieros alegan que el ahorro va en aumento, más notablemente entre las mujeres, preocupadas por su futuro y el de sus hijos. La Nueva Disciplina ya no se asocia con privación, deber, régimen y limitaciones, sino con una sensación de control sobre la posibilidad de hacer planes, alcanzar las metas, y disfrutar la vida.
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