Obamacare: cisma en la Suprema Corte

Obamacare: cisma en la Suprema Corte

Había sido la sorpresa del año para la decisión del año. El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, quien durante sus primeros siete años en el tribunal había liderado a la facción más conservadora de jueces en varias generaciones, votó para avalar la legalidad constitucional de la ley de reforma de salud, también llamada Obamacare. Roberts no solamente estuvo entre los cinco - él y los cuatro considerados "liberales" contra los "conservadores" - que avalaron la ley de salud, sino que él mismo escribió la opinión de la mayoría, y él mismo la leyó en público la semana pasada, para toda la nación.

De esa manera, le dio una victoria política gigantesca a la administración Obama, en torno a lo que es al mismo tiempo su principal pieza legislativa y el caballito de batalla de la oposición republicana.

Y todo eso a cinco meses de las elecciones presidenciales y en medio de una difícil campaña electoral.

¿Qué había pasado?

Roberts, en un santiamén, se convirtió para muchos de héroe en villano. En una comparecencia pública el sábado hasta él mismo lo reconoció y dijo que se estaba refugiando "en un fuerte inexpugnable".

Ahora, los detalles se descubren. Se revela es que detrás de las bambalinas, no solamente hubo un cambio de posiciones de Roberts, quien inicialmente tendía - como los otros cuatro conservadores - a una decisión que derogara la monumental ley en su totalidad, sino que hubo una batalla campal, de un mes de duración, durante la cual los conservadores trataron infructuosamente de convencer a Roberts que volviese al redil y él a ellos que concurrieran con al menos parte de su decisión.

Los detalles se revelan en un informe presentado hoy por la cadena de TV CBS.

"Roberts soportó una campaña desesperada de un mes de duración para volverlo a su posición original", cita CBS a dos fuentes.

Molestos por la insistencia de Roberts, la minoría elaboró su propia decisión, en donde no solamente anulaba el inciso de la reforma en contención - el llamado "mandato individual" u obligatoriedad de los individuos de comprar un seguro de salud – sino que cancelaba toda la pieza legislativa. "Deliberadamente ignoraron la decisión de Roberts... como si no quisiesen ya entablar un debate con él". O quizás, como insinúa en el blog The Daily Beast alguien con experiencia en la corte, la opinión de la minoría era inicialmente la de Roberts, antes de su cambio de pareceres.

Al parecer el cisma entre los juristas comenzó después de las audiencias públicas de marzo. Roberts y los otros cuatro conservadores - los jueces Scalia, Thomas, Alito y Kennedy - estaban de acuerdo en que el "mandato individual" era anticonstitucional de acuerdo con la Cláusula de Comercio de la Carta Magna, rechazando todos ellos el que alguien tenga la obligación de adquirir un producto de una empresa privada (las compañías de salud).

La tormenta y la Suprema Corte

La Suprema Corte y la reforma de salud

Pero mientras que para los más resolutos juristas el resto de la ley no tenía cabida sin el "mandato individual" y mientras se disponían a declarar toda la reforma de salud nula, al parecer Roberts hesitó. Según la fuente citada en The Daily Beast, los cuatro conservadores habían decidido, primero, declarar ilegal "Obamacare", y solamente después, hallar los fundamentos de la ley para poder hacerlo.

Pero para no dejarse llevar, para no hacer que su nombre fuese asociado al colapso de la reforma de salud, Roberts aparentemente encontró que el "mandato individual" sí era legal, no bajo la cláusula de comercio, sino bajo el derecho del Congreso a imponer impuestos.

Detrás de su cambio, dice la nota de CBS firmada por su jefa de corresponsales legales Jan Crawford, había un deseo de Roberts de sacar a la Suprema Corte del amargo debate político partidista, y salvar el prestigio y el legado de una persona en especial.

El de John Roberts, él mismo, el Presidente del máximo tribunal.

Mientras que los otros jueces conservadores admiten que no leen diarios llamados "liberales", como el New York Times, Roberts sí lo hace, explica la nota. Y se preocupa por cómo es percibido, no solamente por gente que piensa como él, sino también por el resto de la nación.

Ahora, la postura de Roberts hizo que los cuatro "liberales" dependiesen totalmente de él para salvar la ley de reforma de salud, algo que confirió en manos del presidente de la corte poderes extraordinarios para escribir una decisión, avalada por los cuatro "liberales", que sin embargo avanzaba otros principios importantísimos para juristas conservadores.

Pero esos principios - que imponen "severas limitaciones en la capacidad de regulación del gobierno federal", según CBS, que de a poco se van desovillando y revelando de una lectura intensa de su decisión - no se aplican para "Obamacare", sino para el futuro.

No por nada, los verdaderos expertos, quienes conocen las leyes y han incluso presentado argumentos ante la Corte Suprema, y otros como el decano de la facultad de Derecho de UC Irvine Edward Chemerinsky, dijeron que con esta decisión, se inaugura la "era Roberts en la historia del país".

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