Miembros de organizaciones de migrantes de California dijeron que estaban decepcionados con el resultado del proceso electoral que se efectuó en México el domingo.
“Sí, estamos desilusionados, pero al mismo tiempo te dan más ganas y dices, ‘pues le sigo’”, dijo a HuffPost Voces Silvia Ventura, coordinadora binacional de asuntos de la mujer del Frente Indígena Oaxaqueño Binacional, quien el domingo fue la encargada de dirigir una caravana de unas 150 personas que fueron a votar a Tijuana, México.
El 1 de julio los mexicanos votaron por el nuevo presidente de ese país. De acuerdo con los conteos realizados hasta el lunes, y con la mayoría de las casillas contadas, se dio como ganador a Enrique Peña Nieto, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó al país por más de 70 años, hasta que el Partido de Acción Nacional le quitó la silla hace 12 años.
La molestia de Ventura y de miembros de otras organizaciones de mexicanos que viven en Estados Unidos se debe a que esperaban que el voto favoreciera a Andrés Manuel López Obrador, representante de la coalición Movimiento Progresista, un grupo de izquierda que prometía mejorar las condiciones de la gente menos favorecida de México.
“No fue un triunfo, sino basicamente fue una elección comprada”, dijo Juan Rodríguez, miembro del Movimiento de Regeneración Nacional, una organización de base formada por unos 200 activistas y miembros de la comunidad cuyos agremiados están distribuidos en varias partes de California, a HuffPost Voces.
Tanto Ventura como Rodríguez denunciaron que las elecciones no fueron limpias. Ventura dijo que presenció muchas anormalidades durante su visita a Tijuana, pero que la gente que estaba formada en las casillas podía hacer poco por evitarlo o denunciarlo por temor a que hubiera represalias.
“Había gente del PRI haciendo campaña en las casillas [lo que es ilegal], las mamparas se estaban cayendo, hubo un compañero al que no le permitieron votar, había una sola computadora para mil votantes [...] Se crearon todas las condiciones posibles para que la gente no votara”, dijo Ventura.
La constitución mexicana solo permite votar a los mexicanos que viven en Estados Unidos en casillas especiales, que fueron instaladas a lo largo de la frontera. Aunque se trató de elecciones nacionales, donde se eligió a miembros de varios órganos de gobierno federal, estatal y local, los expatriados solo tienen derecho a votar por presidente de la República.
Otros líderes de organizaciones, como Baldomero Capiz, presidente de la Union Binacional de Exbraceros, dijo que no estaba totalmente decepcionado del proceso de su país porque “todavía falta el conteo final”. Como los dirigentes de las organizaciones mencionadas, Capiz y los miembros de su grupo, unos 6,000 en México y Estados Unidos, apoyaron abiertamente a López Obrador.
“La diferencia no es mucha [en relación con el conteo de votos]. Hay que esperar el resultado final del miércoles, cuando se darán los conteos oficiales”, explicó Capiz, cuya organización llevó una caravana de unas 50 personas a votar a Tijuana, a esta publicación.
Los tres voceros coincidieron en que decidieron dar su apoyo a López Obrador porque ni el PRI ni el PAN los han tomado en cuenta cuando han ostentado el poder. Al mismo tiempo, dijeron que, excepto el candidato de izquierda, ningún otro se ha acercado a ellos para incluirlos en sus planes de gobierno.
La organización indígena esperará los resultados oficiales para luego dar a conocer un plan de acción, ya sea para hacer denuncias formales o para seguir instrucciones del partido de López Obrador.
El Movimiento Regeneracional sí tiene un plan concreto que consiste en documentar todo tipo de anormalidades y colgarlas en las redes sociales. “Vamos a demostrara que Peña Nieto nunca será un presidente elegido por el pueblo”, dijo Rodríguez.
Por su parte, Ventura, cuyo frente agrupa unos 5,000 miembros en el norte de México y Estados Unidos, dijo que “queremos que se respeten nuestros derechos [...] Hemos sobrevivido así por más de 500 años, así que la lucha sigue”.
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