Pese a que se declararon como un movimiento anti Enrique Peña Nieto –el candidato del PRI y el Partido Verde– la elección presidencial que habrá de llevarse a cabo en el país este domingo 1 de julio es sólo la coyuntura, quede quien quede en la Presidencia, el movimiento #YoSoy132 va más allá, dicen sus integrantes.
Alida Montoya Ruiz tiene 29 años y es estudiante del doctorado en Estudios Urbanos en el Colegio de México (Colmex); Patricia Castelán es estudiantes de la Escuelas Nacional de Antropología e Historia (ENAH); Jorge Islas tiene 18 años, está terminando su bachillerato en la Preparatoria número 7 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Tevye de Lara tiene 23 años y estudia el octavo semestre de la carrera de Economía en el ITAM; Roberto Ríos tiene 24 años y es estudiante de Comunicación de la Universidad Iberoamericana. Ellos son los voceros de sus escuelas y a unas horas de la elección platican con HuffPost Voces sobre el futuro de su movimiento.
Una victoria en las urnas del candidato del PRI de ninguna manera representa una derrota para el #YoSoy132, porque sus demandas continúan y son muy ambiciosas. El sólo hecho de haber unido a universidades públicas y privadas, desde bachillerato y hasta doctorado, de todo el país, es un invaluable logro, algo nunca antes visto en México.
Estos jóvenes además de lo que hayan podido influir electoralmente, encontraron objetivos comunes para meterse “hasta la cocina” y presionar a grupos de poder intocables en México, como son las televisoras y la propia clase política. En su historial de menos de dos meses ya tiene el haber sentado a debatir a tres de los cuatro candidatos, mover el segundo debate presidencial a los canales de televisión nacional y lograr que Peña Nieto se comprometiera a trasparentar el gasto de publicidad en los medios. Además tiene récords mundiales en YouTube por el número de vistas de sus videos y por el hastag #Yosoy132, de los más virales en el mundo.
#Yosoy132, la voz que despertó a México
“Nosotros estamos buscando la creación de una confederación interuniversitaria que agrupe universidades privadas y públicas, y que sirva de contrapeso e interlocución entre los interese de la agenda juvenil y el próximo Presidente de México”, dice Tevye de Lara, vocero del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), una universidad privada con fuerte tradición en economía y administración. Su escuela votó en contra de definir al movimiento anti Peña Nieto porque su objetivo siempre fue la democratización de los medios, entendiendo por ésta la apertura a una mayor competencia del espectro radioeléctrico, a fin de evitar que sean sólo dos cadenas nacionales de televisión las que informen del acontecer nacional al 95% de la población, como actualmente ocurre.
“Abogamos por detener la colusión entre políticos y grandes consorcios televisivos. En el caso de Televisa y TV Azteca es algo crítico porque ahora van más allá que el simple cabildeo y van a ocupar los asientos plurinominales para senadores y diputados, concretamente Alejandro Puente, presidente de la Canitec y Ninfa Salinas, hija de Ricardo Salinas Pliego; no vemos sano que penetren el aparato legislativo”, afirma el joven economista. “Lo que queremos es que haya muchísimos más periódicos, televisoras, estaciones de radio. Por ahí está el bienestar del mercado de la comunicación”, agrega.
Para Alida Montoya, vocera del Colmex, con el movimiento “se ha entendido el papel vital que tienen los jóvenes en la construcción del gobierno y de una sociedad más igualitaria”. Después del 1 de julio viene la tarea de conformar una estructura mucho más solidad y con presencia en todo el territorio nacional, que presione para lograr oportunidades educativas y laborales para los jóvenes.
No es que antes no hubiera movimientos sociales o marcharan los estudiantes, pero nunca se habían aglutinado a tantos jóvenes en México. Y cada día llegan más universidades de los estados a la asamblea general que aglutina a todas. Y más simpatizantes de todo el mundo los apoyan, como #Migrantes132, #Gay132, #Académicos132, #Mamás132, #YoSoy132Londres, #YoSoy132Barcelona, #MusicoYoSoy132. Estos últimos incluso crearon la canción del #YoSoy132 con Natalia Lafourcade en la voz. Dos conciertos en apoyo al movimiento llenaron la plancha del Zócalo y Artistas Aliados, cineastas del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), les ayudan a producir sus audiovisuales para difundir su causa.
Sin embargo, de acuerdo con cifras de la Cuarta Encuesta Nacional de GEA-ISA (20 de junio) el movimiento #YoSoy132 no movió casi nada en las preferencias electorales y aunque fue conocido por un 70% de los mexicanos, el 52% no simpatiza con ellos.
“Desde el principio intuimos que nosotros no íbamos a cambiar el resultado de la elección y no era la intención, pero lo que bajó en preferencias Peña Nieto es gracias al movimiento”, dice De la Lara. “Pero a mí me interesa más ver el tiempo contra el precio de las acciones de Televisa que de mayo para acá tiene una pendiente pronunciada. Entonces más que ver las encuestas de la elección, veo las acciones de Televisa, que es realmente donde tenemos el impacto y podríamos hacer ruido a estas cúpulas del poder”.
Ésta es otra característica del movimiento, tienen jóvenes con conocimientos en varias materias, desde médicos hasta músicos, actores, ingenieros; jóvenes bilingües o trilingües, que leen la prensa internacional, que cuando van a los medios de comunicación masiva no se intimidan ante los líderes de opinión, que manejan el lenguaje institucional, argumentan, contrastan. Y cuando es necesario muestran “el músculo” y su poder de convocatoria, con miles de jóvenes marchando en distintas ciudades armados con cartulinas y las playeras de #YoSoy132.
Para Roberto Ríos, integrante del grupo de la Ibero #Masde131, que son los que participaron en el video viral que dio origen al movimiento, este pasará a convertirse en un gran observatorio ciudadano con fuerza y capacidad para parar decisiones del gobierno. “Me gusta pensar que estamos empezando un tiempo de participación, de exigencia ciudadana que no había existido antes. Hay instituciones encargadas de supervisar el trabajo del gobierno, pero no son organismos ciudadanos que tenga voz y participen de las decisiones”. “Nuestra fuerza no es sólo mediática, de hacer y difundir comunicados, sino que podemos ir hasta a la puerta del gobierno y exigirle”, agrega.
Para Patricia Castelán, representante #YoSoy132 de la ENAH, escuela que está muy activa en el cuidado del voto, “presentimos que va haber un fraude” dice. Pero independientemente de los resultados, “para después de las elecciones hay un calendario de actividades que cumplir”. Y si no pueden ganar todo, sus puntos fundamentales para después del 1 de julio son “la educación libre, el derecho al trabajo, a la libertad, a la felicidad y a una vida digna”.
Jorge Islas es preparatoriano, acaba de cumplir los 18 años y piensa estudiar Historia. En su escuela apenas el 15% de los alumnos pueden votar. La apatía de sus compañeros es grande, sin embargo, quienes participan entienden que este movimiento va más allá de lo electoral, es un movimiento por la democracia.
Para el escritor Juan Villoro, el movimiento #YoSoy132 fue lo mejor de la campaña electoral. Trajo renovación e impulso crítico. Sin elecciones, el mayor reto para sus más de 100 representantes y voceros es ponerse de acuerdo sobre sus prioridades y objetivos. “Sí es difícil, pero es parte del ejercicio democrático que se tiene que hacer. Que sea difícil no quiere decir que no se pueda, obviamente requiere de tiempo”, dice optimista Alida Montoya.
“En las universidades hay mucho interés por investigar, por proponer políticas públicas para los jóvenes, incluso en el tema de las telecomunicaciones se habla de programas de televisión para jóvenes, que nos den espacio en las cadenas… si llegamos para quedarnos”, concluye sonriente De Lara.