Toyota recibió una pequeña victoria de las clases antes de que el primer juicio como resultado de una demanda de aceleración repentina, el primero de lo que se espera que sea una multitud para hacer su camino a través de los tribunales, de acuerdo con información publicada por HuffPost Business (en inglés).
La familia de Alfen Paul Van de 66 años de edad, quien murió en 2010, cuando su Toyota Camry se estrelló contra un muro de piedra, dijo que Toyota podría haber manipulado las pruebas de recuadro negro del accidente. Un juez federal la semana del 13 de junio no estuvo de acuerdo.
"No hay absolutamente ninguna evidencia de que cualquier persona realice dicha conducta maquiavélica", escribió el juez James V. Selna de la Corte de Distrito de Estados Unidos del Distrito Central de California.
El caso, Van Alfen vs. Toyota Motor Sales, está previsto para el juicio a principios de 2013 y es tan solo uno de las más de 200 demandas presentadas contra la automotora japonesa, en los que los conductores o sus familiares han afirmado que no podían parar sus coches debido a un mal funcionamiento del vehículo.
En 2009 y 2010, Toyota retiró ocho millones de vehículos por problemas de aceleración repentina, una medida que muchos consideraban un ojo negro a la reputación de la empresa fabricante de autos seguros y fiables.