Voces de Morelos: 'Nos cayó el crimen organizado' (VIDEO)

Morelos: 'Nos cayó el crimen organizado' (VIDEO)

VOCES DE MÉXICO

Este 1 de julio México celebrará una de las elecciones presidenciales más observadas y controvertidas de su historia. Tras el conflicto poselectoral de 2006, cuando Felipe Calderón fue electo Presidente de la República por un margen de 0.56% sobre su contrincante más cercano, Andrés Manuel López Obrador, la sociedad mexicana pondrá una vez más a prueba su sistema democrático en un momento en el que el país se sacude ante la violencia y la lucha contra el narcotráfico.

La serie Voces de México ofrecerá en siete entregas un vistazo a la situación en la que México vive la contienda electoral a través de las voces de su gente: de sus jóvenes y ancianos, de hombres y mujeres, de académicos y trabajadores, de la gente que a diario va construyendo la realidad de este país.

Voces de México, un recorrido por estados y temas del país vecino, es una creación de la periodista Eileen Truax y el videógrafo Diego Sedano, que conforman Malaespina Producciones, en exclusiva para HuffPost Voces.

Por la calle Ignacio Rayón frente a la Plaza de Armas de Cuernavaca, la capital del estado mexicano de Morelos, empezó a bajar una colorida y animada ola musical. Diez personajes bailaban dando brinquitos sobre un pie, sobre el otro, avanzando en círculos desordenados, seguidos por una banda de pueblo que inundaba el aire con sonidos de trompeta y tambor. Cubiertos hasta los tobillos por túnicas de terciopelo rojo, verde, amarillo, y con las manos ocultas bajo guantes blancos, hombres y mujeres gozaban del anonimato que da la máscara para brincar y saltar sin rubor.

La Danza de Chinelo es uno de los bailes tradicionales más conocidos en México. Originario de las comunidades del centro del país, principalmente en Morelos y Puebla, quienes ejecutan este baile hacen movimientos exagerados y grotescos al tiempo que portan un enorme sombrero, collares y una máscara de tejido duro sobre el cual se ven pintadas a mano las facciones de un hombre europeo. Este fue el recurso utilizado por los habitantes originarios de esta zona para burlarse de los conquistadores españoles, tan diferentes a ellos en apariencia y atuendo. Pero más de quinientos años después, en esta misma plaza y a unos días de la jornada electoral, la conquista es otra.

Voces de Morelos

A diferencia de los rostros ocultos de los chinelos, los rostros que dominan la ciudad en estos días intentan por todos los medios ser vistos. Son hombres de camisa impecable, bien peinados y con sonrisa de anuncio de pasta de dientes, que desde los muros, los postes, los cristales de los autos, los anuncios espectaculares y en papeles repartidos a mano, intentan que nos aprendamos su nombre y que nos simpatice su rostro para que el 1 de julio votemos por ellos. A la pobre Cuernavaca le tocó la suerte de estar en un estado en el que no sólo se celebrará elección presidencial, sino también para gobernador del estado, de alcaldes y de congresistas. No hay un espacio a la vista sin el rostro de un feliz aspirante a algo tratando de convencer a alguien de que su propuesta es la mejor.

El clímax de la jornada de convencimiento llegó este lunes 25 de junio, justo el día de mi visita a Morelos. Pasé la mañana conversando con comerciantes y otros habitantes de esta ciudad vapuleada por la inseguridad y la violencia, pero al parecer ninguno de ellos estaba al tanto de que esa tarde la cúpula estatal del PAN, el gobernante Partido Acción Nacional tanto en esa entidad como a nivel federal, celebraría el acto de cierre de campaña de su aspirante a gobernador.

La sorpresa fue grande cuando descubrí que las calles se teñían de azul. Hordas de jovencitos portando camisetas y banderas con este color, el color oficial del PAN, bajaban de autobuses y recorrían la calle gritando consignas entusiastas. Atrás de ellos mujeres, niños, algunos hombres, hacían lo propio con menos ánimo pero ocupando la calle de lado a lado. Y de pronto, entre la marea azul, llegó la ola colorida y musical de los chinelos.

“Nos trajeron para apoyar el cierre de campaña”, me dijo Beatriz Navarro, una chica bajita y morena habitante del poblado de Chamilpa, quien está por terminar la carrera de Derecho y que forma parte de una comparsa de chinelos. “Contrataron a una persona y esa persona se encargó de traernos”. Cuando le pregunto qué tienen que ver los chilenos con el cierre de campaña de un político del PAN, me dice un poco desesperada, como si la respuesta fuera obvia: “Pues nos traen como para animar a la gente. Si la gente ve chinelos, aunque no sean del partido se unen para andar en el relajo”.

Ahí, en el relajo, andan quienes reparten los regalitos que el partido ha preparado para ellos. Los niños reciben juguetitos que los organizadores sacan de una bolsa, botellas con agua y hasta sombreros de paja con el nombre de Adrián Rivera, el sonriente convencedor del PAN. También los vendedores de globos, de papas, de dulces, que de pronto han visto sus pequeños puestos rodeados por una multitud gritona.

Ahí anda Reina, una chica que desde hace cuatro años vende mazorcas de maíz en la plaza, y que no parece contenta con el evento. “Es que aunque cuando no vienen por su cuenta, sino que los traen, no nos compran nada porque les regalan cosas”, me explica. Desde un carrito colocado junto al kiosco me cuenta cómo en los cuatro años que lleva trabajando ahí han empeorado las cosas. La gente ya no compra porque no sale de sus casas. Los turistas han dejado de venir porque se sabe que la ciudad no es segura. Padres de familia han prohibido a sus hijos salir de noche por miedo a que no regresen.

Durante los últimos años Morelos ha sido uno de los estados en donde se han realizado operativos para detener narcotraficantes y recuperar cargas de estupefacientes. Esa es la entidad en donde el hijo del poeta y hoy activista Javier Sicilia fue secuestrado, torturado y asesinado, y cuyo cadáver fue encontrado con otros en un vehículo abandonado. Es ahí donde asesinaron al narcotraficante Arturo Beltrán Leyva en un operativo de la Marina cuyo sangriento resultado fue a dar a la primera plana de los diarios en forma de fotografía, y donde operaba el narcotraficante Edgar Valdez, conocido como “La Barbie”, quien colgaba cadáveres en los puentes para enviar mensajes a sus enemigos.

Comerciantes y empresarios se quejan y anhelan una solución. “El control de la violencia es indispensable para que el país pueda retomar las riendas, para que podamos enrielarnos otra vez hacia un desarrollo”, afirma Enrique Mejía Ruiz y Velasco, consultor y dirigente empresarial. “Nos cayó el crimen organizado, nos empezamos a familiarizar con los nombres de los personajes del crimen organizado. Esa violencia nos está lacerando y haciendo que el país no tenga opciones de crecimiento”.

Para Antonio Perezbello, propietario de un restaurante, junto con la seguridad tiene que venir el repunte económico que se refleje en la mesa de las familias, que termine con el desánimo. Con miras a la elección del 1 de julio, asegura que “la caballada está flaca” en alusión a los cuatro candidatos a la presidencia de los cuales, afirma, ninguno convence. “Pero somos un país bien resistente. Hemos tenido pésimos gobernantes y seguimos con la cabeza en alto. Nada más hay que trabajar mucho y ser honestos”.

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