Como en otras oportunidad, el día del cumpleaños de Paulina Rubio coincidió justo con el día del padre. Muchas veces esto significó un doble festejo, pero a los 41 años "La Chica Dorada" no pasó justamente un día de su santo muy padre.
Mientras sigue extrañando a su padre Enrique Rubio, quien falleció hace poco más de un año, se encuentra en medio de un controversial divorcio con su aún esposo Nicólas "Colate" Vallejo Nájera y padre de su único hijo Andrea Nicolás, con quien se pelea desde la pensión alimenticia, los bienes, hasta la custodia del pequeño.
Y como si todo esto no fuera suficiente, los 41 la enfrentan a dos grandes reveses judiciales: la pérdida de la demanda que entabló hace algunos años a varios shows de farándula en España que habían rumorado que Paulina tenía relaciones lesbianas y la negativa de una Corte de Miami a su pedido de aplazar el juicio que debe enfrentar con una empresa que la contrató en el 2010 para cantar en Colombia. Concierto al que Pau no se presentó y ahora la acusan de incumplimiento de contrato pidiendo una fuerte indemnización por las pérdidas causadas.
El juicio comienza el 3 de julio y Paulina deberá demostrará que en verdad ella no viajó, porque estaba embarazada y se sentía mal y la seguridad, según ella, no estaba del todo correcta. Uno de los testigos en el juicio será "Colate".
Paulina Rubio ha tenido siempre un historial de situaciones conflictivas: peleas con sus colegas como Thalía, enfrentamientos innumerables con la prensa y pleitos hasta con su público. Pero nunca la vida la había puesto ante tantos obstáculos como ahora, en donde tendrá que demostrar que a los 41 es capaz de dejar de ser una "niña caprichosa" como muchas veces se la ha calificado y pelear por el bienestar de su hijo, hacerle frente a los problemas profesionales y seguir manteniendo lo que ella más dice defender: su espíritu de libertad.
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