LOS ANGELES, California.- La protesta matutina de estudiantes indocumentados frente al edificio federal de inmigración y el bloqueo pacifico de calles en esta ciudad originalmente apuntaba hacia reclamos al presidente Barack Obama, pero el anuncio del alivio administrativo que evitará la deportación de un estimado de 1 millón de “Soñadores” se convirtió en gritos de alegría y estupefacción.
“Me siento muy feliz; es la primera vez que vemos que la administración da un paso en la dirección correcta”, expresó Justino Mora, estudiante de 22 años en Ciencias Políticas e Ingeniería Computacional, en UCLA. “Nos va a proveer alivio general a todos los estudiantes indocumentados y la oportunidad de quedarnos en el país, contribuir a la economía de nuestras familias y engrandecer la sociedad de este país”.
Mora y muchos de los 200 estudiantes adheridos a United We Dream Network (UWD) y de California Dream Network se abrazaron entre si; otros se miraban fijamente sin hablar; muchos más elevaron la vista al cielo y un gran número de ellos se tocaban la cabeza sin dar crédito a la noticia.
“La mayoría de los estudiantes está conforme, por lo menos, de que no se les va a perseguir más”, declaró a HuffPost Voces, Jorge Mario Cabrera, portavoz de la Coalición Pro-Derechos de los Inmigrantes de Los Angeles (CHIRLA). “Pero reconocen que esto no es el DREAM Act, porque no les ofrecerá legalización”.
Mora dijo a HuffPost Voces que, aunque es un paso muy pequeño para la integración de los indocumentados a la sociedad estadounidense.
“Tenemos que ser cautelosos; que no solamente sea un anuncio del presidente Obama, sino que se tome acción y se implemente el cambio de la ley a nivel federal para beneficio de todos los estudiantes”, dijo. “Tendremos que vigilar que la implementación se haga realidad”.
El anuncio de bienvenida no sustituye la acción del Congreso, -dijeron los estudiantes- sino más bien un motivo que debe inspirar a los legisladores en Washington para superar la inercia y el estancamiento partidista, hacia el avance de una reforma migratoria que daría lugar a una nueva generación de científicos, doctores, ingenieros, empresarios y miembros de las Fuerzas Armadas.
“La medida del Presidente es, a la vez, un recordatorio de que no queremos solamente un trago de agua azucarada, sino un alivio migratorio verdadero para los estudiantes y sus familias”, precisó Cabrera. “Si esto es una movida de cálculo político, le damos la bienvenida a este tipo de decisiones; ojalá hubiese más medidas políticas como esa”.
Desde las 6:30 de la madrugada, los 200 estudiantes de California y otros provenientes de Arizona, Texas, Florida y Kansas, bloquearon la calle Aliso e impidieron la entrada de autobuses de inmigración, en medio de un ambiente lleno de tensión, que horas después estalló en júbilo.
“Ahora, los miembros del Congreso deben aprender del liderazgo del presidente para aprobar el DREAM Act y una reforma migratoria y paren las separaciones diarias de familias”, expresó Justino Mora. “Este es un tema de derechos humanos, de derechos civiles y a cualquier inmigrante no lo deberían tratar como persona de segunda clase; a lo largo de la historia se han cometido este tipo de injusticias, pero todos tenemos la capacidad de aprender a ser tolerantes, a abandonar el odio racial y antiinmigrante, integrar a todos en la sociedad y ser tratados por igual bajo la ley”.
Tras el arribo de unos 20 elementos del Departamento de Policía de Los Angeles (LAPD), los Soñadores fueron invitados a dispersarse. Ninguno de ellos fue arrestado.
Si bien la administración Obama ha decidido eximir de las deportaciones a los Dreamers, y proporcionarles camino para la obtención de permisos de trabajo, el anuncio no ofrece camino hacia la legalización de su estatus migratorio.
La decisión se ha basado en el valor y la dedicación de los Soñadores y de organizaciones de base, quienes luchan desde hace años por la justicia para sus familias.
“Su trabajo sin temor [a la deportación] es hoy una realidad”, expresó Donna De La Cruz, vocera de Reform Immigration for America, organización que entregaría una carta de agradecimiento al presidente por su promesa de alivio real a la situación de los estudiantes.
Ali Noorani, director ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración expuso que el alivio administrativo para los Soñadores representa la aplicación inteligente de la ley por parte de un buen gobierno.
La medida administrativa proporciona alivio a personas que llegaron a Estados Unidos antes de los 16 años y actualmente son menores de 30 años de edad o menores de edad que han estado en el país por lo menos cinco años y no representan amenaza para la seguridad pública o la seguridad nacional.
“Este es un gobierno inteligente en acción; aplaudimos a la administración Obama por la toma de medidas que permitan a los jóvenes indocumentados, americanos en todo, excepto en su estatus migratorio, para que permanezcan en nuestro país”, dijo Noorani. “El llamado a proteger a los Soñadores de la deportación se ha incrementado con republicanos como Marco Rubio que ha entrado al debate con legislación prometedora para cumplir exactamente con este propósito exacto. Así como casi 100 profesores de leyes en derecho señalaron recientemente, las acciones del presidente están claramente dentro de su poder. Pero este es un cambio que cualquier presidente en el futuro podría borrar de un plumazo. Por lo tanto, el Congreso aún tiene que actuar”.
Líderes de aplicación de la ley, incluído el Procurador General de UTA, Mark Shurtleff hizo eco de los elogios a la noticia.
“Los hijos de inmigrantes indocumentados están creciendo y amando a Estados Unidos [como su país]”, dijo. “Pero, para un sistema de inmigración que no funciona, son tan americanos como mis hijos. Esta nueva política es una medida de aplicación inteligente de la ley, y tan importante, que da a los jóvenes inmigrantes indocumentados la esperanza que necesitan para mantenerse fuera de problemas y alcanzar sus sueños”.
El anuncio presidencial que favorece a los estudiantes indocumentados se dio en la víspera de una decisión de la Suprema Corte de Justicia sobre la ley SB1070 de Arizona, firmada en 2010 por la gobernadora republicana Janice K. Brewer, y considerada por sus oponentes como persecutoria y racista en cuanto a la aplicación de las leyes migratorias.