Los bronceadores en aerosol se han usado desde hace tiempo como una alternativa segura al bronceado natural o a través de camas solares, pero de acuerdo con un nuevo estudio, estos sprays contienen un químico peligroso para la salud.
El riesgo no tiene que ver con la sustancia haciendo contacto con nuestra piel, sino con que este químico sea inhalado. De acuerdo con investigadores de la George Washington University, la dihidroxiacetona (DHA) que se utiliza como ingrediente en los productos cosméticos para el bronceado, puede ingresar a los pulmones y ser absorbida por el torrente sanguíneo, en donde puede causar daño celular y alterar el DNA.
NewsChannel5.com publicó un reportaje acerca de los riesgos de los sprays para broncear, en el que recogió la opinión del dermatólogo Michael Gold: “Toma las precauciones debidas. No te tragues la sustancia. Usa una máscara si te lo aplicarás. Cubre tus ojos”.
Según una nota publicada en el sitio MarieClaire.co.uk, el DHA puede provocar condiciones pulmonares como asma y enfermedad de obstrucción pulmonar crónica. Por ello, reiteran los expertos, el uso de una máscara es esencial para evitar inhalar el químico dañino.
En los 70, el DHA fue aprobado por la Food and Drug Administration para su uso como ingrediente en cosméticos y productos autobronceadores. Según han comprobado diversos estudios, este químico no daña la piel porque no penetra en ella. De acuerdo con la Skin Cancer Foundation:
“No existe evidencia clara de que el DHA (dihidroxiacetona) sea dañino para los humanos si se aplica tópicamente y se usa como se indica. Aunque temporalmente se adhiere a la piel, el DHA finalmente se desecha conforme se mudan las capas superiores de la piel”.
Cuando hace un mes HuffPost Voces le preguntó al dermatólogo Gleen Kolansky sobre la seguridad de los sprays para broncear, el médico certificado aseguró que estos no representan ningún peligro en lo que se refiere a la aparición de cáncer de piel. De hecho, el experto explicó que fuera de ese método, ningún otro tipo de bronceado es saludable para la piel, y esto incluye tanto el bronceado bajo los rayos del sol como el que se obtiene en las camas solares.
Siempre que nos expongamos a los rayos UVA, hay que recordar las recomendaciones de Kolansky sobre cómo evitar daños en la piel: “Si un protector solar funciona perfectamente, un SPF te ofrece una hora de protección”.
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