Aprende a decir ¡NO!

Aprende a decir ¡NO!

El mercado está inundado de libros para enseñar a decir que “no”. Seguro todavía te oyes diciendo que sí cuando no es eso lo que quieres decir. Queremos ser tan corteses, complacientes, amorosas, y necesarias que tenemos el sí en los labios. Mira lo que pasa cuando no sabes decir que no.

  1. No tienes tiempo ni para respirar, claro, tampoco para ti.
  2. Te ves haciendo malabares con tu energía, al costo de ti misma y de tu salud.
  3. Lo que empiezas haciendo como favor, luego te lo exigen como obligación, empezando por tu familia.
  4. Cuando estás exhausta y dices que no, te miran como si fueras vil y perversa. Sobre todo, no recuerdan todas las veces que dijiste que sí. Quizás hasta pierdas la relación o te amenazan con lo mismo (claro, ya no eres útil) o al menos se enojan y te causan más estrés.
  5. Aunque la mayor parte de las veces ayudas porque eres generosa, la gratitud y el reconocimiento no están de más. No te dan ni las gracias.
  6. Tal vez le encuentren defectos a lo que hiciste por ayudar.
  7. Si te atreves a decir que no, te exigen un sinfín de explicaciones para tu “no” y te discuten tus razones, como si no fueran válidas. Te llegas a sentir acorralada y miserable.
  8. Pierdes de perspectiva tus prioridades: tú y todo lo tuyo (tu persona, tu trabajo, tus intereses, tu tranquilidad, tu salud, tu tiempo, tu energía, tus asuntos por resolver, tu familia).
  9. Estás susceptible a que te manipulen y te utilicen, en vez de tener relaciones recíprocas contigo.
  10. Te haces cargo de asuntos y problemas que no son tuyos y les quitas responsabilidades a los demás.
  11. Te arriesgas a aceptar hacer algo que tal vez no puedas cumplir.

Ya basta. La próxima vez que te pidan hacer algo que no quieras o no puedas hacer (o ambas),

  1. Di “no”, simplemente.
  2. Sé respetuosa, pero firme.
  3. No ofrezcas explicaciones. Si te las piden y las quieres dar, sé breve y honesta.
  4. No caigas en el juego de la persuasión.
  5. No te disculpes.
  6. No permitas que pretendan hacerte sentir culpable.
  7. Repite el “no” todas las veces que sea necesario.
  8. Si es un asunto en lo que te gustaría ayudar, pero no sacrificando tu tiempo o tu energía, pon tus propias condiciones. Si te las aceptan, entonces puedes decir que sí.
  9. No crees en los demás la confusión de decir “sí” cuando quieres decir “no” porque cuando digas “no” va a interpretar que estás diciendo “sí”. Respeta y da a respetar tu tiempo, tus palabras y tus decisiones.

VIDEOS RELACIONADOS:

Before You Go

Popular in the Community

Close

What's Hot