De ser Presidente, no perseguiré a Calderón: López Obrador (VIDEO)

No perseguiré a Calderón: López Obrador (VIDEO)

Por hora y media, el candidato presidencial de los partidos de la izquierda mexicana, Andrés Manuel López Obrador participó en el programa de Televisa "Tercer Grado" junto a los principales conductores de informativos de la cadena y del Grupo Milenio. El acalorado encuentro no estuvo exento de señalamientos personales, gritos, gestos y llamados a la reconciliación; donde el candidato dijo que, de ganar, “no voy a perseguir al presidente Calderón, ni a ninguno de mis adversarios”.

El Programa Tercer Grado es una mesa de debate -en el que participan seis periodistas de Televisa y dos del Grupo Milenio- que en una edición especial ha invitado a los candidatos a la Presidencia de la República. Ya lo hizo la abanderada del oficialista Partido Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota; y del Partido Revolucionario Institucional y Partido Verde Ecologista de México (PRI-PVEM), Enrique Peña Nieto. Este miércoles fue el turno del candidato de la Coalición Movimiento Progresista, compuesta por el Partido de la Revolución Democrática, Partido del Trabajo y Movimiento Progresista (PRD-PT-MC), Andrés Manuel López Obrador, en un momento en que su candidatura crece en las encuestas y el movimiento de estudiantes #YoSoy132 pugna por la apertura y la veracidad en los medios masivos de comunicación.

López Obrador llegó a las instalaciones de Televisa Chapultepec alrededor de las 11 de la noche e ingresó por la puerta trasera. Al frente se manifestaban personas a favor de su candidatura, entre ellos integrantes del extinto Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

El encuentro causó expectativa porque López Obrador llevaba años pidiendo ser invitado a ese programa y tener derecho de réplica a las opiniones que expresan cada miércoles los periodistas. Y porque, como dijo Leopoldo Gómez, Vicepresidente de Noticias de Televisa, al inicio del programa: “No es un secreto que usted ha expresado reiteradas diferencias y críticas a Televisa y en concreto a este programa”.

Como bienvenida, le mostraron a López Obrador un gráfico con el tiempo que Televisa le ha dado destinado a él y a Enrique Peña Nieto durante sus respectivas gestiones de gobierno, y posterior a 2006, cuando dejó de ser jefe de Gobierno y llegó Marcelo Ebrard. Era un monitoreo hecho por una empresa independiente, le aclararon. “Hemos tratado de tratarlo con equidad. Yo sé que su opinión es muy distinta, que usted tiene una visión crítica”, dijo Gómez.

Andrés Manuel López Obrador, conocido también como AMLO, dijo amable que él tiene otros números que confirman sus señalamientos sobre el trato preferencial que esa televisora le ha dado a su contrincante Peña Nieto, ante la mirada cautelosa de Joaquín López Dóriga, Carlos Loret de Mola, Denise Maerker, Adela Micha, Víctor Trujillo, Carlos Marín, Ciro Gómez Leyva y Leopoldo Gómez, sentados todos en un círculo.

El político tabasqueño aseguró que de acuerdo a sus propias encuestas, él tiene 28 puntos, Peña Nieto 26 y la señora Josefina, 19. “Eso tiene nerviosos a nuestros adversarios y ya han empezado una campaña de desprestigio, que podemos llamar a una segunda edición de la guerra sucia que se aplicó en 2006”. Sin embargo, dijo el perredista, esta vez no va a funcionar “porque al pueblo se le puede engañar una vez, pero no se le puede engañar siempre”.

El entrevistado y los entrevistadores se hablaron en diversas formas y tonos. Sacaron a relucir sus viejas rencillas guardadas por la forma en que los periodistas abordaron el proceso electoral de 2006, perdido por López Obrador frente al panista Felipe Calderón, por 0.56% de los votos. El tabasqueño les recordó que fue un fraude electoral; los periodistas respondieron que él nunca pudo demostrarlo.

De manera rigurosa, López Obrador fue cuestionado sobre sus descalificaciones al Instituto Federal Electoral (IFE); por las encuestas que no reconoce cuando no le favorecen; sobre el llamado “charolazo” –conocido por una grabación donde se escucha a sus cercanos colaboradores pedir 6 millones de dólares a empresarios- y por sus afirmaciones sobre un posible fraude electoral, entre otros temas.

Muy a su estilo, AMLO se defendió con la que parece ser su mejor carta, su honestidad. “Soy Peje, pero no lagarto”, dijo con sorna. Afirmó que el 1 de julio reconocerá lo que digan las mesas electorales, ya que, a diferencia de 2006, cuenta con una organización para vigilar y resguardar el voto, y con las redes sociales, desestimando él mismo el escenario de un posible fraude. Sobre el “charolazo” reiteró lo ya dicho: que él no pide dinero ni envía a sus colaboradores, de quienes no quiso desmarcarse, por más que Adela Micha le insistió. Rechazó las cifras que le presentó el periodista Carlos Loret de Mola sobre el aumento de la pobreza, la corrupción y el desempleo –este último en 70%- durante su gestión como jefe de Gobierno, según datos de INEGI, Transparencia Mexicana y el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

En algún momento, López Obrador les dijo a los panelistas “ustedes que son los simpatizantes de Peña”. Y reiteró que él siempre ha tenido una vocación social, de apoyo a la gente, que mientras en el Estado de México -gobernado por Peña hasta 2011- hay 1,200,000 personas en pobreza extrema, en el Distrito Federal son 180,000.

Fue la periodista Denise Maerker quien pidió al candidato presidencial cambiar los términos. “Porque yo no soy títere de nadie…si a ti te preocupa tu honorabilidad a mí también”; invitación a la que se unió Víctor Trujillo, el hombre que en la mañanas se caracteriza del payaso Brozo para hablar de política: “No nos metas a todos en el mismo costal”, pidió.

En redes sociales el encuentro se siguió con igual intensidad. Para algunos usuarios éste fue un debate entre el Establishment y el candidato que representa a los pobres. En algún momento los 10 trending topics (temas de moda) de Twitter eran del programa de Tercer Grado y su invitado. Bejarano; masoquismo colectivo y hasta Cristo fueron temas que generaron debate. El primero en referencia al ex secretario particular de AMLO, grabado cuando recibía dinero y que, le imputaron, continúa siendo su operador político; el segundo, masoquismo colectivo, porque sería lo que la gente quiere si no vota por el cambio que él representa, dijo el tabasqueño; y el tercero resultó cuando Andrés Manuel fue cuestionado sobre la honestidad de sus colaboradores. “Si hasta Cristo tuvo un Judas”, le imputó López Dóriga.

Ya para terminar, Ciro Gómez Leyva le planteó el tema de la lucha contra el crimen organizado.

- ¿Si ganas, piensas denunciar al presidente Calderón por los 60 mil muertos, de la guerra de Calderón?, preguntó el periodista, director de Milenio Televisión, al tiempo que hacía comillas con las manos para destacar “la guerra de Calderón”. López Obrador lo paró. “No. Sí son personas que han perdido la vida”, dijo.

- ¿Para ti son imputables a Calderón? – continuó Ciro.

- Son dos cosas. Una cosa es que sea culpable y otra responsable. Yo creo que sí es responsable.

El candidato de la coalición Movimiento Progresista prometió serenar mediante tres formas: crecimiento económico, fin a la corrupción y eficacia en el combate a la delincuencia. Llamó a todos los mexicanos a buscar la reconciliación.

“Yo no voy a perseguir al Presidente Calderón, ni a ninguno de mis adversarios. Yo lo que quiero es que inauguremos una etapa nueva para el país. Y que el objetivo principal sea sacar al país de esta grave crisis”, dijo el dos veces candidato a la Presidencia de México.

Un buen número de trabajadores de la empresa se esperó hasta muy noche para tomarse fotos con Andrés Manuel. A la una de la mañana partió de Televisa, concluyendo así uno de los días más excepcionales en su campaña.

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