El mexicano Diego García de León busca la presea dorada en los Juegos Olímpicos

Un azteca a la conquista de los Juegos Olímpicos Londres 2012

En las dos últimas Olimpiadas en Atenas 2004 y Pekín 2008, México ha cosechado gran parte de sus preseas olímpicas en la disciplina del taekwondo y este año, espera lograr lo mismo, o más, durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012. En busca del sueño dorado se encuentran muchos atletas mexicanos, entre ellos el taekwondoín Diego García de León.

El Comité Olímpico Mexicano y la Federación Mexicana de Taekwondo han hecho una labor minuciosa para, mediante participación en torneos y campeonatos, seleccionar a quienes a fines de julio de este año representen a la escuadra tricolor en esta disciplina.

Quienes lograron el sueño de tener un boleto a Londres 2012 hoy viven una etapa intensiva de preparación física y mental para alcanzar una de las tres preseas olímpicas que se otorgan en cada categoría. Janet Alegría, Diego García y Erick Osornio, así como sus suplentes, no cejan en su sueño olímpico y por ello estarán en el Campamento de preparación en Corea del Sur los días 30 de abril al 1 de junio del año en curso.

Los atletas no están solos, pues reciben la ayuda no sólo de su profesor Pedro Gómez Castañeda, metodólogo del representativo azteca, sino están asistidos por el psicólogo de la Selección, Manuel Acuña Ávila, Máster en Psicología del Deporte y la Actividad Física, quien los prepara para la dura presión que enfrentarán en los JJOO.

En HuffPost Voces tuvimos la suerte de platicar con uno de los seleccionados, un joven de 22 años, estudiante de la carrera de Actuaría. Su nombre, Diego García de León; cinta negra 4to Dan, originario de la Ciudad de México.

Este taekwondoín viene de una familia amante de las artes marciales, empezando por su mamá, Ana de León, y su padre Juan Carlos García, y terminando con sus hermanos menores, Santiago y Renata, quienes también son promesas de este deporte, pero que aún, por edad, no pudieron competir por un lugar para asistir a estos JJOO.

Su mamá desde joven practicó karate, deporte que dejó justo antes de embarazarse de él. Su esposo, para compaginar actividades con ella, cuando novios, comenzó con la práctica del karate al grado de convertirse en un aficionado de las artes marciales. Ambos inculcaron ese amor por el deporte a sus tres hijos, quienes han demostrado en competencias nacionales e internacionales que tienen madera para llegar muy lejos.

Desde los ocho años, Diego mostró gusto por las artes marciales, no sin antes probar con otras disciplinas deportivas para las cuales también tuvo aptitud, como el fútbol, tenis, natación y gimnasia, actividades en las que incursionó, todas, en el Club Deportivo Casablanca. Fue ahí donde también nació su amor por el taekwondo.

Ana, su mamá, nos relata que desde chico, Diego mostró aptitudes para este deporte. “Siempre le gustó, cuando apenas era [cinta] amarilla se aprendió formas más avanzadas, tomó un cassette donde venían, las vio y las aprendió sin mucho problema”.

Este joven nunca dejó al lado sus estudios, como relatan sus padres. “Él siempre ha sido disciplinado en lo que hace, en sus estudios, en el deporte, todo lo toma con seriedad”, aseguró su mamá.

Las jornadas para practicar taekwondo en la semana consistían en martes y jueves una hora, y los sábados y domingos dos horas, para completar un total de seis horas a la semana practicando este deporte. Aunado a eso, durante varios años llevó tres horas diarias de natación, de lunes a sábado, actividad que le ayudó a tener resistencia y templanza no sólo en el taekwondo, sino en su carácter.

Fue Susana Loperena, taekwondoína Tercer Dan, quien lo inició en el deporte, al ser su primera profesora en el citado deportivo y darle los primeros impulsos para llegar hasta donde hoy está, el ser un seleccionado nacional mexicano. Después de ella vinieron clases con otros profesores, como Oscar Mendiola y Jaime Pablo, del Instituto Mexicano de Taekwondo. Desde hace dos años dejó el Club Casablanca para entrenar más duro y a un nivel aún más profesional

Diego considera que el venir de una familia amante y practicante del taekwondo no representa una presión en estos Juegos Olímpicos, al contrario, se vuelve una motivación para continuar.

Su mamá asegura que no es ninguna presión, “más bien es un gusto participar, es un sueño bien marcado de niño. Yo lo apoyo y Diego tiene todo para llegar como campeón”.

El camino para llegar a Londres no fue fácil, primero tuvo que buscar qué había más allá de la Asociación de Taekwondo Casablanca hasta llegar al Instituto Mexicano de Taekwondo, donde Diego demostró ser bueno para pelear.

Después vinieron las participaciones estatales, donde llegó como invitado hasta lograr ganar su lugar como seleccionado por el Estado de México. De ahí empezó a subir, a ganar medallas y puntos, sin ganar primeros lugares, hasta que triunfó en un Nacional en 2009. Justo cuando cursaba la preparatoria es cuando queda como seleccionado nacional en quinto lugar, tiempo en el que combinó la escuela con la prácticas.

Fue desde finales del año pasado y lo que va de 2012 que Diego luchó por un lugar a los Olímpicos de Londres. Fueron cuatro torneos, uno en Estados Unidos y tres en Europa (en marzo de 2012), los que le dieron esa oportunidad dorada.

¿Qué viene después de las Olimpiadas para Diego?

Viene el Campeonato Mundial de Taekwondo a realizarse en México, pero, lo más importante, es que Diego sueña con los estudios, en terminar su carrera de Actuaría…

"No me veo más allá viviendo del taekwondo, yo quiero ser actuario", sentenció.

Este joven, como señalan sus padres, “es un ejemplo para la familia, es dedicado, entrena con sus hermanos Santiago y Renata, a quienes les da consejos, y a ellos les gusta que los entrene su hermano”.

Aunque Diego va con la presión de representar a México, va con la confianza de haberse preparado, de dar lo mejor de sí, Diego va con la mente de un ganador azteca.

Before You Go

Diego García de León

Mexicano a la conquista de Londres 2012

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