Votantes latinos posible blanco de purga electoral en Florida

Latinos blanco de purga electoral

Menos de dos meses después de un esfuerzo por parte de Florida por identificar y purgar a los votantes ilegibles del padrón electoral del estado, opositores aseguran que es probable que se descalifique a un número desigual de votantes latinos elegibles.

Cerca de 180,000 personas—un grupo equivalente a la población de Tallahassee, Florida aproximadamente—están en riesgo de ser purgados del padrón electoral del estado debido a que han sido identificados como posibles no-ciudadanos, reportó el Miami Herald. Al analizar una muestra menor de 2,600 votantes sospechosos identificados por el estado inicialmente, el periódico encontró que cerca del 58 por ciento de ellos eran latinos. Los votantes hispanos constituyen el 13 por ciento del electorado del estado, de acuerdo a información federal.

Florida comúnmente atrae atención nacional debido a que cuenta con 11.3 millones de votantes y posee 29 votos del Colegio Electoral, un caudal importante en las elecciones presidenciales. Pero los Secretarios de Estado Republicanos, incluyendo a los de Colorado y Nuevo México, han emprendido una campaña agresiva para identificar a los no-ciudadanos en su padrón electoral. Los críticos argumentan que muchas de estas purgas se han basado en métodos cuestionables y que permiten que funcionarios públicos hagan decisiones imprecisas sobre el número de personas ilegibles que han obtenido y utilizado acreditaciones.

Las purgas tienen una resonancia política y legal significativa . Votantes afroamericanos y latinos han visto su derecho de votar restringido por la ley y por la práctica al requerir una enmienda en la Constitución de Estados Unidos, y un siglo después, hacer necesaria la Ley de Derecho de Voto de 1965. Algunos estados y condados, incluyendo cinco de Florida, están sujetos a la supervisión federal a causa de esas prácticas del pasado.

Los votantes de color también tienen mayor probabilidad de registrarse como demócratas. Así es que las purgas del padrón electoral que cuestionan la elegibilidad de grandes números de minorías votantes ayudan a los republicanos en términos generales.

“Estamos muy preocupados del impacto dispar que tiene esta iniciativa sobre la comunidad latina,” dijo Katherine Culliton-González, directora de los proyectos de protección para el Proyecto de Avance, una organización sin fines de lucro que busca proteger los derechos de los votantes. “Estamos particularmente preocupados por las personas que se han naturalizado. Se han esforzado por aprender inglés, han aprobado exámenes de historia de Estados Unidos, e invertido mucho dinero y tiempo, para finalmente ser blanco de estos ataques”.

La Oficina del Secretario de Estado de Florida no respondió a la solicitud de opinar para la fecha límite.

“Los votantes de Florida necesitan saber que únicamente ciudadanos van a emitir su voto y estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para que así sea,” dijo el Secretario de Estado Ken Detzner en una declaración el mes pasado.

A principios de mayo, Detzener anunció que su oficina había identificado a 2,600 no-ciudadanos que estaban registrados para votar. Los votantes fueron seleccionados al comparar una lista de no-ciudadanos, que habían recibido una licencia de conducir de Florida, con el padrón electoral. Los nombres posteriormente se enviaron a funcionarios electorales a nivel estatal, que enviaron cartas a los votantes sospechosos.

La carta indica que el votante está registrado de manera ilegal para votar y que el acto mismo de emitir un voto constituiría un delito grave de tercer grado, mencionó Culliton-Gonzáles. La carta también aclara que aquellos que deseen apelar tienen 30 días para proporcionar evidencia de ciudadanía o su nombre será purgado del padrón electoral. Las cartas no especifican los documentos que se requieren para probar el estatus de ciudadanía, dijo Culliton-Gonzáles.

No hay duda de que funcionarios electorales del estado tienen la responsabilidad por ley de asegurarse que el padrón electoral es preciso y limpio, dijo Myrna Pérez, consejera principal en el Centro Brennan, una organización de investigación legal y defensa de la Universidad de Nueva York. Pero ese trabajo se tiene que hacer con mucho cuidado, después de una revisión minuciosa de los registros y mucho antes de las elecciones.

“Se puede llegar a realizar con descuido fácilmente e incluso de manera irresponsable e ilegal,” dijo Pérez.

En 2000 y 2004, Florida eliminó miles de supuestos votantes ilegibles del padrón si el nombre y fecha de nacimiento “coincidían en un 80 por ciento” con aquel de un votante inelegible, dijo Pérez. Por ejemplo, si Michael Smith, nació en diciembre de 1976, tiene un record criminal que lo hace inelegible para votar, Mike Smith y Michelson Smith nacidos en diciembre de 1976 también fueron eliminados.

El método no sólo es impreciso, pero tiene una probabilidad estadística de abarcar tanto a votantes elegibles como a votantes inelegibles, dijo Pérez. Expertos en estadística tienen un nombre para la frecuencia de personas de un grupo bien definido que comparten la misma fecha de nacimiento: el problema del cumpleaños. Nombres, al igual que zapatos y ropa, se ponen de moda y pasan de moda. Así es que es relativamente común para personas que nacen más o menos en el mismo periodo que tengan nombres parecidos. Entre las tendencias sociales y las estadísticas, algo que parecería raro—encontrar a personas que comparten un nombre similar y una fecha de nacimiento—resulta ser algo bastante común, dijo Pérez.

En cuanto a la utilización de listas de licencias de conducir, Pérez señaló que debido a que se puede registrar para votar en la misma agencia estatal donde se renuevan o obtienen nuevas licencias, existe la probabilidad de que algunos no-ciudadanos hayan sido registrados accidentalmente para votar. Ese número probablemente es muy reducido, mencionó, y el número de no-ciudadanos que han votado es aún menor. Lo que es más probable es que durante los seis a 20 años que puede durar para que una persona se vuelva un ciudadano de Estados Unidos, el individuo llegue a obtener una licencia de conducir. Si el registro de la licencia de conducir no se actualiza para indicar cuando una persona se vuele ciudadano, entonces esa persona se puede identificar como un votante inelegible, dijo Pérez.

En efecto, los periódicos de Florida han identificado una docena de personas incluidas en las lista inicial de 2,600 votantes sospechosos que se convirtieron ciudadanos de Estados Unidos después de obtener su licencia de conducir. Otros han señalado que los estadounidenses nacidos en Puerto Rico y de descendencia puertorriqueña nacidos en el territorio de Estados Unidos fueron identificados erróneamente como votantes inelegibles.

En Colorado, el Secretario de Estado Scott Gessler le pidió al Departamento de Seguridad Interna que identifique cuales de los 4,000 no-ciudadanos que obtuvieron su licencia de conducir del estado y que también se encuentran en el padrón del estado, se han convertido en ciudadanos de Estados Unidos desde entonces. Gessler insiste que 2,000 de esas personas han votado en Colorado, pero el gobierno federal se ha rehusado a cooperar con esta indagación.

Cerca de 32,000 personas se han convertido en ciudadanos de Estados Unidos en Colorado durante el periodo que abarca el análisis hecho por Gessler, de acuerdo con Pérez.

El Centro Brennan prepara una petición de información pública para aprender más sobre el método que se utilizó en Florida para identificar a supuestos no-ciudadanos entre el electorado, dijo Pérez. El Proyecto de Avance está considerando acción legal contra el estado, dijo Culliton-Gonzáles.

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