La felicidad se esparce más rápidamente que la infelicidad. La gente feliz tiende a vivir más años. Las emociones, las experiencias, las relaciones, las instituciones positivas y los rasgos psicológicos que predominan en nosotros determinan la felicidad. El sufrimiento humano no puede eliminarse, pero puede reducirse al mínimo si cultivamos un carácter basado en nuestras fortalezas y virtudes, y miramos las situaciones de manera productiva.
Esos son principios que postula la psicología positiva, una ciencia del comportamiento que surgió en el 1998. La fundó el doctor Martin Seligman, director del Centro de Psicología Positiva de la Universidad de Pennsylvania, con la idea de enfocar la psicoterapia en el potencial y las fortalezas del ser humano, en vez de enfatizar las enfermedades y disfunciones, como ocurre en la psicología tradicional. Esta disciplina aplica métodos científicos y crea intervenciones efectivas para que la gente encuentre lo mejor de sí mismo, y logre que su vida funcione bien. Algunas áreas que se atienden son placer, valores, virtudes, talentos y aprender a fluir en las situaciones. En otras palabras: descubre lo mejor de ti, aprende a vivir de acuerdo con eso y te sentirás feliz.
La psicología positiva se ha aplicado con éxito a la educación, la salud y los negocios. Profesionales de toda la nación han estudiado la felicidad encontrando, entre muchos otros hallazgos, que los jóvenes sufren más ira, ansiedad, depresión, problemas financieros, estrés por su carrera y relaciones problemáticas. Aunque las personas mayores sufren más problemas de salud, dicen tener menos problemas de otra índole porque tienen mayor conciencia de ellos mismos y sus preferencias, habilidad para controlar sus deseos y esperar, expectativas más realistas, persiguen más de sus metas (porque se sienten más cerca de la muerte) y disfrutan mejores destrezas sociales.
Tú no quieres llegar a los 70 años para conocer lo mejor en ti y empezar a cultivar lo que te hace falta para ser feliz…mucho menos para lograr tus metas. El Dr. Ed Diener, uno de los principales científicos mundiales, encontró que somos la octava nación más feliz y vivimos en un mundo feliz. Sin embargo, cada uno de nosotros tiene sus propias situaciones. Luchamos a diario por esa felicidad y quisiéramos vivir en un gozo genuino que nos ayude a ver la vida de manera diferente y a no decaer ante nada.
Te digo cómo te ayudas…
• Sonríe. Si no tienes deseos, sonríe de todas maneras. Tan pronto lo haces, tus músculos, tu cerebro, reciben un impacto fisiológico positivo y te empiezas a sentir diferente.
• ¿En qué eres excelente? ¿Cuáles son tus mejores talentos de carácter, sociales y profesionales? Enuméralos y dedícate a recordarlos. Todos los seres humanos tenemos habilidades fuertes que nos distinguen de los demás. Descubrirlos es la clave para moverte hacia la felicidad.
• Deja de maltratarte a ti misma repitiéndote tus limitaciones y debilidades. No escuches a quien te las quiera repetir o culparte por ellas.
• No justifiques tus posibles decisiones o indecisiones a base de tus debilidades. Insiste en tus fortalezas y toma decisiones de acuerdo con ellas.
• Desarrolla buenas relaciones interpersonales, sobre todo, las más estrechas. Además de influir en tu felicidad, en los estudios sobre personas que viven más de 100 años con calidad de vida, los lazos sociales fuertes representan un factor crítico.
• Descubre tu pasión y persíguela, realízala. Vas a tener mejor salud mental, física, afectiva y cognitiva. Te mejorarán la concentración, el concepto de ti misma y el pensamiento positivo.
• Si no disfrutas de tu pasatiempo favorito, empieza ya.
• Busca tener sabiduría, gratitud, bondad, espiritualidad, inspiración, esperanza, amor, serenidad, orgullo y un concepto saludable de ti misma. Es nuestro derecho disfrutar de todo eso, según el padre de la psicología positiva (Dr. Seligman).
• Enfatiza lo positivo en todas las situaciones. Todas lo tienen, algunas lo esconden más que otras, pero lo tienen.
• El dinero influye mucho en la felicidad, aunque no la determina. Planifica tus gastos para disfrutar de lo que te haría feliz.
• Busca el humor en todo lo que te ocurra (sabemos que algunas son situaciones son trágicas y esto podría ser difícil, si no imposible). Vas a observar cuántas situaciones y conflictos en tu vida harían un buen libreto de comedia de televisión.
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