Algunas veces, las mamás se olvidan de su propia salud y necesidades, anteponiendo el bienestar de sus hijos. Pero lo que no se ponen a pensar es que, los niños necesitan mamás sanas y felices, no mamás enfermas, agotadas y estresadas. ¿Pero cómo pueden las mujeres encontrar el balance para cumplir tanto con sus labores a nivel profesional como para resolver todos los asuntos de su hogar, sin ser negligentes con ellas mismas? Porque lo que muchas madres alegan es que en medio de tanta revolución, nunca tienen tiempo para ellas.
“Sí, es muy cierto. Vivimos en tiempos locos y ocupados”, afirma Mary B. Seger, experta en estrategias de crianza y autora del libro ‘The Parent Guidebook’. Pero según le dijo a HuffPost Voces, ese no es pretexto para olvidarse de que además de ser madres, son mujeres. “Es esencial que las madres se tomen tiempo para ellas mismas. Ser padre es muy estresante. Por supuesto, amas a tus niños y harías todo por ellos, pero la vida se te va en dar. Existe un límite en qué tanto puede dar una mamá antes de agotarse. Es imperativo tomarse tiempo para disfrutar como adulta, para que entonces haya suficiente energía para ser padre, recordando siempre que eres el padre, no el amigo de tu hijo”.
Por experiencia propia, la también madre y abuela sabe bien que aunque ser madre es un privilegio que viene acompañado de un centenar de obligaciones, es crucial seguir nutriendo tu vida en otros aspectos que no estén directamente relacionados con la maternidad. “Mis amigos me enseñaron esto y se lo estoy tratando de enseñar a mi hija. Almorzar con tus amigas, salir de noche con tu esposo, hacer ejercicio por tu cuenta o con tus amigos. Esto no solamente te satisface a ti, sino que es un ejemplo para tus hijos”, asegura Seger.
Y para quienes sienten remordimiento por dejar a sus hijos solos o bajo el cuidado de alguien más, la experta tiene una respuesta sencilla. “Tú o algunos otros podrán decir que esto es egoísta. Yo defino ‘egoísta’ de dos maneras. Primero, egoísta significa auto-preservación. Segundo, egoísta es hacer para ti lo que siempre has hecho para otros”. Así que si a tus hijos los consientes, procuras que frecuenten a sus amigos, los llevas a las actividades y lugares que les gustan, deberías estar haciendo lo mismo por ti.
“Mira tu vida. Si te siente vacía porque lo único que haces todo el día es dar, pregúntate a ti misma si es así como quieres que sean tus hijos cuando se conviertan en adultos. Recuerda que te observan e imitarán lo que hagas. También podrás darte cuenta de que cuando estás ‘vacía’, tus niños quieren más de ti. Ellos sienten que no obtiene nada de ti –porque no hay nada más que dar. Tómate un descanso y llena tu vida. Sé egoísta, supera la culpa. Las cosas en casa serán mucho más sencillas”, afirma M. B. Seger.
CÓMO HALLAR EL BALANCE Y TENER UNA FAMILIA SANA
Saber qué tanto necesitas dar a tus hijos y qué tanto necesitas darte a ti, no debería ser complicado. Para ser una mamá poderosa, primero hay que ser una mamá sana, en cuerpo y mente.
“Llevar un estilo de vida saludable te ayuda a sentirte bien, a tener buena energía, y a disfrutar la vida. El balance -todo en moderación- conduce a un estilo de vida sano”, nos dice Seger. “Los niños están desarrollando enfermedades de adultos. Sin una adecuada intervención, nuestros niños morirán antes que nosotros. ¿Entonces cómo guiarlos hacia un estilo de vida saludable? Tómate tiempo para ti y para tu esposo. Sé una madre que provea a los niños y a ti misma de alimentos saludables. Apaga el televisor y realiza actividades con tus hijos”.
Y de nuevo, Seger hace hincapié en que el secreto para lograr el balance es el autoanálisis y el imaginar el futuro de nuestros hijos. “No puedes ser todo y hacer todo para tus hijos. Con el paso del tiempo, tratar de ser la Mujer Maravilla sólo te dejará sentimientos de vacío, depresión, y desesperanza. Sé firme contigo misma y tómate tiempo para comer bien, ejercitarte y divertirte. Será mejor madre si lo haces así”.
