Adolfo García Díaz y Julio Díaz Sales fueron erróneamente arrestados; ahora los deportan

Arrestados por error, golpeados; ahora los deportan

Activistas migratorios se han unido para luchar contra la inminente deportación de dos jóvenes primos guatemaltecos que supuestamente fueron golpeados cuando agentes de inmigración de ICE - el Servicio de Inmigración y Control de Estados Unidos - irrumpieron a la casa equivocada durante una redada contra una red de explotación sexual que estaban investigando.

"Nuestros clientes sufrieron a manos de agentes de ICE; eso obliga a que ICE postergue su remoción de aquí, de Estados Unidos", dijo Cheryl Little, directora ejecutiva de Americans for Immigrant Justice, a The Huffington Post.

El grupo, conjuntamente con la organización WeCount! con base en Florida, ha pedido la intervención del director de ICE John Morton para detener la deportación de los jóvenes Adolfo García Díaz y Julio Díaz Sales, antes de la fecha prefijada del 18 de mayo. Ambas organizaciones han asimismo lanzado un petitorio para presionar a Morton a que cambie la decisión de su agencia federal. Hasta este lunes por la mañana, la iniciativa había conseguido 785 firmas.

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Los hombres fueron arrestados en 2008 en un amplio operativo contra prostíbulos en el sur de Florida, donde hallaron mujeres indocumentadas que estaban allí retenidas, golpeadas y obligadas a mantener relaciones sexuales por 25 dólares.

Los arrestos de Díaz y Sales fueron erróneos. Y ninguno de los dos fue jamás acusado de un crimen sexual o de ningún otro delito.

"Fue un acto de total falta de respeto por la comunidad", dijo Jonathan Fried, director ejecutivo de WeCount!. Pero como se trataba de inmigrantes, pobres, gente de color, no tuvieron verguenza de irrumpir a las casas de gente que no tenía nada que ver con el asunto".

García y Díaz dijeron a The Huffington Post que los agentes migratorios los esposaron, los arrojaron al suelo y luego les patearon la cara y las costillas. Sus lastimaduras fueron tan evidentes, dijo Little, que el director del campo de detención pidió que se investigara ni bien los vio.

"Me dieron en el pecho... pues, después me empujaron al piso. Entonces me dieron otro, allá en mis ojos, porque ya yo estaba tirado en el piso", dijo Adolfo García Díaz a The Huffington Post.

En una carta escrita durante la averiguación subsiguiente, el consulado general de Guatemala estableció que "representantes del consulado observaron que ambos hombres fueron físicamente lastimados. El Sr. Díaz tenía un ojo hinchado. El Sr. García tenía toda la cara hinchada".

"Ambos caballeros dijeron al consulado que sus lastimaduras fueron producidas durante su arresto y detención por parte de ICE", continúa diciendo la carta. "Julio Díaz aseguró que un agente lo arrojó al suelo, lo esposó y luego le pateó en el ojo derecho. De acuerdo con Adolfo García, un agente le pateó la espalda y la boca de manera tal que estaba sangrando mientras yacía en el piso".

Inmediatamente surgieron acusaciones de que la agencia había ejercido innecesaria violencia. Después de una investigación de la Oficina de Responsabilidad Profesional del mismo ICE, que duró un año, se halló que "las acusaciones contra los agentes eran infundadas", escribió el portavoz de ICE Néstor Yglesias a The Huffington Post.

Poco después de su arresto, García y Díaz fueron puestos en libertad. Se les concedió permisos de trabajo mientras colaboraban con la investigación de sus acusaciones de violencia excesiva. Desde su arresto, pidieron permiso para quedarse en Estados Unidos, y de acuerdo con su abogada, Romy Lerner, han informado de su paradero a ICE con regularidad y no han cometido ningún delito.

Lerner insiste en que debe permitírsele a los primos quedarse en el país por una simple razón. "Se trata de justicia", dijo la abogada a The Huffington Post. "Son personas respetuosas de la ley, no en la manera en que llegaron aquí, pero sí en que no han cometido ningún delito desde que llegaron. Además, hay que hacerle comprender a ICE que no pueden hacer eso impunemente. No pueden irrumpir a las casas de la gente que no tienen nada que ver con los delitos o la investigación".

Además, dicen los abogados, a dos personas adicionales, que fueron arrestadas conjuntamente con García y Díaz, y que también fueron supuestamente golpeadas por agentes federales, y que son asimismo indocumentadas, se les permite quedarse en el país.

"Creo que esto demuestra lo arbitrario que es la toma de decisiones por parte de agentes de inmigración, y lo injusto de todo este proceso", dijo Little.

ICE rechaza los alegatos.

"Las decisiones que toma ICE no son arbitrarias. Son el fruto de una evaluación cuidadosa de los factores involucrados en cada caso individual, y están sujetas a revisión por parte de la administración", dijo el portavoz Yglesias. "Tanto el Sr. Díaz como el Sr. García agotaron todas las vías legales para quedarse en Estados Unidos de manera legal y por tanto se han emitido las órdenes de remoción. Durante tres años, ICE postergó la ejecución de estas órdenes, por propia discreción, a causa de la investigación y de su solicitud de beneficio migratorio. Ninguno de los individuos tiene bienes o propiedades significativas en Estados Unidos de manera tal que garantice un ejercicio de discreción por parte del fiscal".

Los primos dijeron que obedecerán la órden de deportación, pero les entristece tener que dejar el país, y los desilusiona que los agentes de ICE que los arrestaron no hayan sido castigados.

"Para mí", dijo García, "eso no es justo".

"Yo vine aquí a trabajar y a buscar mi dinero", agregó en entrevista. "Porque yo no quiero... robar, no quiero hacer otras cosas, por eso vine yo a buscar mi dinero, porque allá nosotros estamos pobres allá con mi papá. Nosotros no tenemos trabajo, y por eso nos vinimos aquí".

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