La madrastra: estrategias para sobrevivir

La madrastra: estrategias para sobrevivir

Por buenas que sean las madrastras en la realidad, las pintan perversas desde los cuentos de Blanca Nieves y la Cenicienta. El diccionario de la Real Academia Española define a la madrastra como “despectivo de madre, mujer del padre respecto a los hijos que este lleva al matrimonio” y “cosa que incomoda o daña”. De hecho, la madrastra no necesariamente daña, pero incomoda en los planes de control de los hijos y de la ex. La parentela y la sociedad también contribuyen a que los niños y la ex cónyuge estén predispuestos contra la nueva esposa.

Hay más de 14 millones de madrastras en los Estados Unidos. Una tercera parte de las parejas que se casan forman relaciones de madrastras o padrastros; hay 35 millones de personas (46 de cada 100) casadas por segunda o tercera vez (www.smartstepfamilies.com). De acuerdo con estudios del Pew Research Center, más de 4 de cada 10 adultos americanos tienen al menos una relación de ese tipo. Esto nos deja un saldo de mujeres cuyo matrimonio empieza con un estrés triplicado, viviendo una experiencia difícil de manejar que requiere paciencia, dedicación y astucia. La buena noticia es que, según las encuestas, 7 de cada 10 adultos alegaron estar satisfechos con su vida familiar. Estudié mucho el tema cuando investigué los hallazgos sobre el padre ausente, y conozco el rol por experiencia propia, de la cual salí ilesa, respetada y sobre todo, amada.

¿QUÉ TE ESPERA COMO MADRASTRA?

  • Si no haces un acuerdo prematrimonial, en algunos estados suman tu ingreso al de él para estimar pensión alimentaria. Si la ex solicita aumento, tú tienes comprometida parte de tu ingreso para hijos que no son tuyos. Se verá afectado el dinero del que dispones para tus hijos.
  • Ya que papá quizás se siente culpable aunque no lo sea, va a querer complacer a sus hijos durante fines de semana y vacaciones. Piensa en cuántos fines de semana y vacaciones estás dispuesta a sacrificar, cuando podrías tener vida de pareja o compartir solo con tu familia inmediata. Considera las veces que podrás pagar vacaciones para tus hijos, pero no para todos, y entonces no va nadie para que los otros no se sientan mal.
  • En términos de atención y dinero, esos hijos influirán mucho en la decisión de tener hijos de ambos.
  • Sería perfecto que la ex haya re-hecho su vida con otra pareja, o sea una persona madura y clara en cuanto a su lugar en la vida de tu esposo. Si no es así, prepárate para las manipulaciones a través de los niños. Quizás tengas que manejar la fantasía de los niños de que papi vuelva con mami.
  • Los niños van a competir contigo por su padre…y van a ganar. Ellos estuvieron antes que tú.
  • La Navidad, el Día de los Padres y otros días festivos se van a complicar.
  • ¿Qué va a pasar con tu paz si tu pareja empieza a tener problemas con los días de visitas?
  • Vas a necesitar una agilidad y gimnasia mental a toda prueba.

ESTRATEGIAS PARA LA BATALLA

  1. Establece límites. Tú eres la esposa. Desde que te casas, la relación de tu esposo con su ex se limita a ser los padres de sus hijos y ponerse de acuerdo sobre ellos.
  2. No compartas información sobre tu matrimonio (esto incluye también a tus suegros, cuñados y amistades de tu esposo). Protege tu relación de pareja.
  3. Cuida tu hogar y desarrolla tu vida familiar inmediata, aparte de la de tu familia integrada.
  4. Provee en tu hogar un ambiente de estabilidad, amor y paz.
  5. No le exijas, le pidas o le sugieras a tus hijastros que te llamen “mami”.
  6. No hables mal de la ex de tu esposo frente a los niños. Tampoco lo hagas frente a él, no sea que la conviertas en víctima.
  7. Si él no puede estar con sus hijos el tiempo que quiere, apóyalo, pero no intervengas a menos que te lo solicite.
  8. No cambies las reglas de tu hogar por complacer a los niños. Ellos también necesitan estructura y límites.
  9. Si son pequeños, mímalos y juega con ellos. Aprende su ritmo de alimentación y sus preferencias. Determínate a conocerlos bien sin ponerles presión.
  10. Marca tu territorio con astucia de adulto y como figura de autoridad, pero con afecto y flexibilidad. No toleres lo que es inaceptable, pero maneja las situaciones con inteligencia y asertividad.
  11. Deja la disciplina de sus hijos a tu esposo. Si algo te molesta, sugiérele en privado.
  12. Respeta las costumbres familiares entre los niños y su papá, a menos que estas te ofendan.
  13. No esperes gratitud. Lo que des en atención y cariño, hazlo porque lo sientes. La gratitud llega con el tiempo y la madurez.
  14. Espera la famosa frase: “Tú no eres mi mamá”. Tal vez la dicen para retar tu autoridad ante un regaño, o como defensa si sienten que empiezan a quererte. Los niños y los jóvenes, no importa la relación que tengan con su madre, se asustan y se sienten traidores cuando sienten cariño por su madrastra.
  15. Disfruta con ellos e ignora sus celos. Te van a ver como competencia, aunque te parezca ilógico.
  16. No asumas el papel de mártir. En todas las edades, ellos lo detestan.
  17. Intenta establecer una relación cordial con la madre de ellos, sin invadir su territorio ni permitir que ella invada el tuyo. No tienes que ser su “gran” amiga. Cordialidad, armonía, buena comunicación y acuerdo es todo lo que necesitan los hijastros.

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