El matrimonio frente a la Gran Recesión

El matrimonio frente a la Gran Recesión
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La recesión ha provocado un fuerte estrés a muchas parejas en los Estados Unidos, con dos reacciones interesantes. Muchas parejas dicen que la recesión fortaleció su compromiso hacia el matrimonio. Entre aquellos que antes de la recesión consideraban divorciarse, un gran número dice que la recesión causó que pospusieran o desistieran del divorcio.

Los datos son resultado del National Marriage Project’s Survey of Marital Generosity (SMG), una encuesta nacional representativa de parejas casadas entre las edades de 18 a 45 años, conducida desde diciembre de 2010 hasta enero de 2011. Es la primera encuesta sobre el impacto que ha tenido la Gran Recesión en la calidad y la estabilidad del matrimonio en los Estados Unidos. La misma cantidad (29%) de casados americanos que contestaron que la recesión produjo estrés financiero en su matrimonio, acordaron que ésta los llevó a consolidar su compromiso matrimonial. Solo el 13% estuvo en desacuerdo, mientras el 58% se mantuvo neutral.

Para efectos de la encuesta, se examinaron tres factores principales de estrés relacionados con la Recesión: no poder pagar las cuentas, tener la casa en proceso de reposesión o no poder pagar la hipoteca, y desempleo o reducción de salario. La mitad de los americanos casados han sido afectados por uno de estos tres factores. Dentro de esos factores se incluyeron los factores educación universitaria y religión.

Entre los americanos casados que estaban considerando el divorcio o la separación antes de la recesión, el 38% dijo que la recesión había causado que lo pospusieran o dejaran a un lado. El informe de State of the Union 2010 efectuado por la misma entidad reveló que las tasas de divorcio se redujeron desde que se inició la Gran Recesión.

En cuanto al concepto de matrimonio feliz en la encuesta de SMG, se reflejó que los estresores financieros de la recesión han tenido un impacto negativo en la felicidad matrimonial. Los matrimonios que no se afectaron financieramente por ninguno de los tres factores y los que se afectaron por uno, informaron tener un matrimonio muy feliz. El 27% que se vio afectado por dos o más factores informaron no tener un matrimonio feliz. Sin embargo, aquellos que redoblaron su compromiso matrimonial como resultado de la recesión dijeron tener un matrimonio muy feliz (52%). Solo el 5% de esas parejas tienen un alto riesgo de divorcio debido a los estresores financieros, comparados con el 24% que estuvo en desacuerdo con que la recesión fortaleció su matrimonio.

El factor educativo es crítico. El 57% de las parejas casadas graduadas de universidad informó que no tuvo estresores económicos durante la recesión, comparado con el 42% sin grado universitario. El 25% de las parejas sin grado universitario reportó dos o tres estresores, comparado con solo el 14% entre los graduados de universidad. Hay diferencia en la calidad matrimonial entre un grupo y otro, y los graduados de universidad reportaron la mitad del riesgo de divorcio.

El estudio también incluyó participación religiosa, por primera vez en una encuesta sobre matrimonio y finanzas. Las parejas que asisten regularmente a servicios religiosos reportaron menos estrés financiero y mayor compromiso con el matrimonio como resultado de la recesión. También informaron matrimonios más felices y un riesgo de divorcio mucho menor en comparación con los matrimonios que no asisten a servicios religiosos regularmente.

La administración correcta de las finanzas y la educación universitaria continúan siendo factores críticos en el éxito del matrimonio, de acuerdo con estudios anteriores realizados por National Marriage Project, confirmados en esta encuesta.

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