Por qué la dieta del tubo por la nariz es tan peligrosa

El terrible peligro de la dieta del tubo por la nariz

Hace días que se viene hablando de la llamada K-E Diet (Ketogenic Enteral Nutrition), o dieta para las novias. “Esencialmente es una dieta líquida de 800 calorías que se administra a través de un tubo nasogástrico durante un período de diez días”, explicó a HuffPost Voces la Dr. Katie Rickel, psicóloga clínica especializada en manejo de peso. Si no entendieron lo del tubo nasogástrico, se los digo en palabras más simples: las mujeres se meten un tubo en la nariz para llevar alimento líquido a sus estómagos. El objetivo es perder peso rápidamente antes de que llegue el día de la boda.

“A las pacientes se les indica no consumir ningún alimento o bebida adicional (con excepción de agua sin calorías, té sin endulzar y café negro), con la oferta de reducir un 10 por ciento de peso”, nos cuenta Rickel. “Cabe señalar que no hay una razón en particular para meterle al cuerpo 800 calorías de esta manera –usando el novedoso tubo– y que haga que esta dieta sea más efectiva que cualquier otra dieta de 800 calorías”. Es decir, lo del tubo por la nariz no es ningún truco de magia, y en cambio, sí es una terrible molestia para quienes utilizan el método.

“Cuando se utilizan dietas tan bajas en calorías (y sólo se emplean en individuos con obesidad severa, para quienes la pérdida de peso se ha convertido en una necesidad médica), éstas se llevan a cabo en instalaciones médicas y los pacientes tienen que estar bajo estricta observación médica”, le aclaró a HuffPost Voces la Dra. Rickel, quien trabaja en Structure House, una clínica para el control de peso, ubicada en Durham, North Carolina.

Por ahora, la dieta se ofrece únicamente en una clínica de Florida, administrada por el Dr. Oliver R. Di Pietro, su creador y especialista en medicina interna. Pero el problema de esta dieta extrema es que incentiva comportamientos peligrosos en la gente: aquellas mujeres que no pueden pagar por un tratamiento especializado se olvidan del tubo nasogástrico pero adoptan una alimentación de 800 calorías, esperando obtener resultados similares. “El peligro de llevar una dieta tan baja en calorías en un ambiente no médico es grave. La deshidratación, desbalance de electrolitos y desgaste muscular son algunos de los riesgos”, señala Rickel.

EL DAÑO FÍSICO Y MENTAL

Gran parte de las dietas que se ponen de moda tienen como propósito conseguir una figura esbelta en el menor tiempo posible, algo que además de ser peligroso para el organismo, es un tormento para nuestros cerebros.

Hablando de la K-E Diet, Rickel nos dice: “El riesgo psicológico de este método no debe subestimarse. Si una persona tiene éxito al mirar cómo la pérdida de peso se refleja en la báscula (algo que sólo sería resultado de la pérdida de agua y músculo durante el período de diez días), luego de varios intentos de controlar su peso con otras opciones más razonables, ésta podría llegar a la errónea conclusión de que esta dieta es la única efectiva para perder peso”.

Pero hay algo que a la experta le preocupa más, y tiene que ver con el adquirir hábitos dañinos. “La clínica que administra este tipo de dieta les permite a sus pacientes repetir el protocolo de diez días múltiples veces, así que esta opción puede llegar a volverse una adicción para algunas personas”, le dice a HuffPost Voces.

La dieta de la alimentación por tubo, no le deja nada bueno al paciente, que de por sí, ya comete un grave error al intentar perder peso a través de este método. “Las dietas muy bajas en calorías pueden aumentar los niveles de depresión, irritabilidad, ansiedad y preocupación por el cuerpo, en personas susceptibles. Como una persona que se encuentra suficientemente desesperada para someterse a este tipo de procedimiento ya está experimentado algunos de estos síntomas, el riesgo de exacerbar un estrés psicológico ya existente es muy alto”, señala Rickel.

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