Qué bien se siente llegar a casa de nuestra abuela donde no sólo estamos siempre muy bien alimentados y cuidados, sino también queridos y seguros. Y es que parecería que estos seres tan especiales lo saben todo, desde hacerte sentir mejor cuando estás enfermo con sus mimos, hasta curar tus dolencias con los remedios caseros más creativos.
Conoce algunos de los secretos mejor guardados de las abuelitas que nos ofrece la página web Trucos de la Abuela:
Para descongestionar las vías nasales: La inhalación es un método muy eficaz para destapar las vías respiratorias, pero sobre todo la nariz. Si no dispones de inhalador, un simple bol de agua caliente bastará. Protege tus ojos con una venda para evitar la picazón. Añade al agua caliente una gota de cada uno de estos aceites esenciales: Ravintsara, tomillo y eucalipto. Respira el vapor que se desprende del agua caliente después de cubrir tu cabeza con una toalla.
Aliviar el dolor de muelas: Existe un remedio simple para combatir el dolor de muelas. Mientras esperas la cita con el dentista, puedes verter una gota de aceite esencial de clavo sobre un bastoncillo de algodón y aplicarlo sobre el diente afectado. Además de ser un poderoso analgésico, el aceite esencial de clavo tiene la virtud de ser desinfectante y de prevenir la infección. También puedes usar aceite esencial de manzanilla romana o alemana en compresas calientes, aplicándolas sobre tu rostro cerca de las zonas dolorosas.
Sanar hematomas: Si te has golpeado y tienes un hematoma, alivia el dolor masajeando la zona con una mezcla de arcilla, agua y dos gotas de aceite esencial de helicriso italiano (o siempreviva). Repetir varias veces al día si es necesario.
Detener diarreas: Muy conocido por nuestras abuelas, el régimen alimenticio en caso de diarrea es simple y eficaz: comer arroz, zanahoria y dulce de membrillo, y beber el agua de cocción del arroz. Eso te ayudará a regular el tránsito intestinal. Cuidado: el organismo se deshidrata muy rápidamente en caso de gastroenteritis. Bebe mucho (agua, té, agua de arroz...). Si la diarrea es severa, es decir, si dura más de un día, consulta con tu médico.
Aliviar un calambre: Para aliviar un calambre rápidamente, aplasta una aspirina hasta convertirla en polvo, añade un poco de agua y el zumo de medio limón. Bebe esta preparación y aguarda unos instantes. El zumo del limón facilitará la entrada de la aspirina en el músculo relajándolo. La aspirina, por su parte, actuará a más largo plazo y aliviará poco a poco el dolor. Este truco es muy empleado por los senderistas de montaña y resulta muy eficaz.
Curar un resfriado: Para aliviar la sequedad de las mucosas que acompaña el resfriado, disuelve dos cucharadas soperas de sal en un litro de agua caliente. Inhala la solución o instilarla en las ventanas nasales con un cuentagotas. Para aliviar el dolor de garganta que suele ir aparejado con el resfriado y disminuir la inflamación, hacer gárgaras cada dos horas con agua salada (1/4 de cucharilla de sal en 1/4 litro de agua). Por último, para disminuir la congestión nasal del resfriado, hacer una tisana a base de menta: verter 1/2 litro de agua hirviendo sobre 15 gramos de hojas de menta fresca, dejar en infusión entre 5 y 10 minutos. Añadir miel eventualmente para suavizar la garganta.
Cicatrizar rápidamente: Cuando son de poco importancia, los pequeños cortes y rasguños pueden cicatrizar enseguida, una vez desinfectados. Basta con aplicar directamente sobre la zona en cuestión algunas hojas de geranio previamente machacadas en un trapo limpio. Es indoloro y eficaz.
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